Ir al contenido principal

Proteger a los niños

CARLOS CANCELA
Cada vez que veo por la mañana a un padre que lleva a sus niños en el coche sin el cinturón de seguridad y la sillita correspondiente, y más aún asomados entre los asientos, me pongo muy nervioso. Es una tarea muy sencilla, cuando son muy pequeños, enseñarles que siempre que se suban en un coche lo primero que deben hacer es sentarse y ponerse el cinturón. Se puede hacer como un juego que hará sus desplazamientos más seguros. Pero muchos padres pasan de sus hijos.
Estamos haciendo una sociedad muy especial en la que la educación de nuestros hijos, que antes era un tema prioritario, ha pasado a ser algo con poca importancia. Pero hay que dedicarles el máximo de tiempo cada día, porque son como un campo en el que se va sembrando y con el paso de los años veremos el fruto de ese trabajo diario.
La Dirección General de Tráfico ha realizado hace un par de semanas una campaña de control de los vehículos escolares, los que hacen las rutas de los colegios, para comprobar su seguridad. Es una muy buena medida, por supuesto, pero tiene que ir seguida por muchas más cosas para que de verdad nuestros hijos viajen seguros en los vehículos. Y lo más importante sería conseguir que tuvieran la educación vial necesaria.
La normativa actual permite que los autobuses más viejos puedan no tener cinturones de seguridad para todos los niños, pero en los más modernos sí son obligatorios. Pero esta normativa no sirve de nada si los niños no los usan. Los que son más mayores que viajan en el bus no se los ponen porque quieren hacerse los fuertes, los mayores, y pasan del cinturón. Pero solo demuestran que son más inconscientes e inmaduros.
Y los más pequeños solo quieren parecerse a los mayores e imitan todo lo que hacen, incluyendo no ponerse el cinturón. Y el resultado es muy malo, porque si se produce un accidente, o un frenazo brusco, los niños se golpearán con el asiento de delante y se harán daño, en el mejor de los casos.
Está demostrado que un cinturón de seguridad salva muchas vidas humanas. Solo hay que ver videos en los que se puede comprobar los daños que sufriría una persona que viaja en coche cuando se produce un accidente, en función de que vaya con o sin el cinturón de seguridad abrochado. La combinación de un cinturón bien puesto con un conjunto de airbags y una estructura del coche bien calculada nos puede salvar la vida en accidentes muy graves.
Pero aún así, hay mucha gente que todavía no usa el cinturón de seguridad, que es lo más fácil para reducir los daños en un accidente. Hay un dato aterrador, un 20% de los muertos en accidente de tráfico no llevaba el cinturón puesto. Sinceramente, no puedo entender que alguien que se sube en el coche y sabe que ponerse el cinturón mejora su seguridad no lo use.
Quizá es que hay personas que son masoquistas, que les gusta el peligro, arriesgar su vida tontamente y sin ninguna razón aparente. Pero lo que no tiene tanto sentido es no convencer a los niños de que se lo pongan. Solo pensar en cómo sale despedido el cuerpo de un niño cuando va sin cinturón entre los dos asientos y se produce una frenada fuerte pone los pelos de punta. Si se produce un choque a 80 km/h, el niño romperá el cristal delantero con su cabeza y saldrá volando fuera del coche.
Por favor, haga que sus niños siempre viajen con el cinturón de seguridad abrochado. Los primeros días costará un poco de trabajo convencerles, pero luego será una rutina que les puede salvar la vida algún día. Cuando esos niños se hagan mayores y tengan sus hijos, desde el primer día les convencerán para que usen el cinturón o lo que lleven los coches como medida de seguridad en esa época.
EL CONFIDENCIAL, Lunes 1 de diciembre de 2014

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com