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Mi hijo es muy vergonzoso, ¿qué puedo hacer?

M.MERINO
Cada niño es un mundo y eso significa que, al igual que hay pequeños extrovertidos y muy dicharacheros, también los hay vergonzosos, como ocurre entre los adultos también. Si precisamente tu hijo se encuentra entre esos últimos, entre los que se muestran realmente tímidos cuando están con personas que no son de su entorno más cercano, no te preocupes.
En concreto, lo que debes hacer es, primero, tener claro que cada individuo posee una personalidad y luego saber que existen diversas herramientas que puedes utilizar para conseguir que deje, poco a poco, esa vergüenza que le puede llegar a aislar en cierta medida.
¿Quieres conocer qué puedes hacer al respecto? Sigue leyendo y lo descubrirás:

1-No presionarle ni criticarle

La primera recomendación que establecen los psicólogos y educadores en pro de conseguir que, poco a poco, vaya dejando de ser tan vergonzoso es que no se le presione para que haga algo que no quiere, como puede ser darle un beso a alguien o incluso que le cuente algo.
De la misma manera, debes evitar criticar su actitud, especialmente cuando estéis delante de los demás, ya que eso lo que provocará es que aumente su vergüenza y, por tanto, que consigas todo lo contrario a lo que deseas.

2-Reforzarle de manera positiva

Al igual que en otros muchos aspectos de la vida, es fundamental que le refuerces positivamente cuando dé algún paso que indique que, progresivamente, va perdiendo su timidez. Con esto nos referimos, por ejemplo, a que le digas lo bien que se ha comportado al contestar a quien le ha preguntado o al saludar a ese vecino que le ha dado la mano.

3-Darle su espacio de autonomía

En muchas ocasiones, ese carácter vergonzoso del niño es fruto de la inseguridad que manifiesta o de la dependencia que tiene respecto a sus padres. Por ese motivo, es importante que, si tú deseas que tu hijo deje de lado esa forma de ser, le des también su parcela de autonomía para que por sí solo puede hacer determinadas tareas sin contar con tu ayuda. De esta manera, poco a poco, irá adquiriendo más confianza, tendrá más autoestima, sabrá que puede hacer cosas sin respaldo de nadie…lo que le ayudará a perder algo de timidez con respecto a los demás.

4-Hacer que se relacione con más gente


Ni que decir tiene que, aunque le cueste y en ocasiones se oponga, es importante que lo saques de vez en cuando de su círculo familiar, del espacio en el que se siente protegido y cómodo. Con esto nos referimos a que aproveches para llevarlo al cumpleaños de algún niño de vuestro grupo de amigos, a actividades para menores, al parque…De esta manera, lo que lograrás es que progresivamente vaya entrando en contacto con otros pequeños de su edad para que así, progresivamente, se suelte y empiece a jugar con esos, a hablar con ellos…

5-No hablar en su nombre

Una de las cosas que más podemos ver en muchos padres con hijos vergonzosos es que cuando se encuentran con un tercero y este les pregunta algo a los niños, lo que hacen es contestar en su nombre. Y eso es un error, porque así no se está favoreciendo que dejen de lado su timidez, todo lo contrario, porque los menores perciben que si no dicen nada, lo harán sus papás por ellos.
De ahí que si llevas a cabo ese hábito de manera habitual, debas dejarlo de lado. No respondas en su lugar y, por supuesto, tampoco justifiques su actitud diciéndole a ese individuo que es que a tu pequeño le da vergüenza. Está claro que tu intención es protegerle y justificarle para que no quede mal, pero es mejor que no lo hagas, que se dé cuenta que tiene que valerse por sí solo.

6-Evitar compararle

De la misma manera, no te olvides de que es necesario que jamás le compares con otro, especialmente con su hermano. Es decir, nada de comentarle “mira tu hermano cómo se relaciona con los otros niños y tú eres un vergonzoso incapaz de hacerlo”.
Con esa frase no le incentivas ni le refuerzas en absoluto para que pueda cambiar, justo logras lo contrario. Lo que estás haciendo es minar más su autoestima, aumentar su inseguridad e incluso hacerle creer que es tímido y no que no tiene capacidad para cambiar.
A grandes rasgos, estos podemos decir que son los principales consejos que te pueden ayudar a conseguir que tu hijo, poco a poco, vaya dejando de ser tan tímido y pueda comenzar a relacionarse más con los demás de una forma absolutamente normal. No obstante, no te olvides de tener paciencia, de no agobiarle o presionarle y, por supuesto, no pases por alto que también hay etapas en las que todos los menores son más vergonzosos.
OK DIARIO, Viernes 11 de marzo de 2016

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