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La importancia del deporte (sano) para los niños

Berta Ponce Martín
El deporte ayuda a los niños a desarrollarse tanto física como mentalmente. La actividad física debería formar parte de su día a día, ya que los beneficios son múltiples: les ayuda en el desarrollo psicomotor y a relacionarse, les enseña a seguir unas reglas, a trabajar en equipo, a reconocer la importancia del esfuerzo personal y a ponerse metas. Siempre se puede encontrar el momento para practicarlo, ya sea dentro de las actividades extraescolares, en el patio del colegio o los fines de semana. Además, puede ser un buen momento para compartir tiempo con papá y mamá o con los amigos, si es dentro del horario del colegio.
¿Qué deporte elijo?
Debemos dejar que el niño elija el deporte que le guste. Es normal que a veces se vean influidos por sus amigos o algún deportista que salga en los medios de comunicación. Los padres pueden ayudar a orientarles, teniendo en cuenta algunas variables: las preferencias del niño, el carácter, la edad, la aptitud física, los horarios, etc. Pero siempre dejando que sea el niño el que finalmente elija entre las posibilidades que tenga.
 Hay que tener en cuenta qué le vendrá mejor al niño, si un deporte individual o en equipo. Un niño tímido, por ejemplo, se puede beneficiar de un deporte en equipo que le ayude a relacionarse con sus compañeros; por el contrario, un niño muy activo puede beneficiarse de un deporte individual que le ayude a concentrarse.
También es importante tener en cuenta que los más pequeños necesitan tiempo para ir desarrollando ciertas habilidades. En este caso, la competición puede ejercer sobre ellos demasiada presión. Por tanto, debemos priorizar la diversión frente a la exigencia.

La importancia de motivar al niño
La motivación es un conjunto de procesos cognitivos, psicológicos y fisiológicos que influyen en la manera en que uno actúa en una determinada situación. La motivación del niño estará influida por varios factores: internos (o personales, como el temperamento) y externos (situacionales).
En el deporte la motivación es fundamental porque determina, en gran parte, la actitud del niño, la relación entre los miembros del equipo, la manera de practicar dicho deporte y los resultados obtenidos. Será fundamental el comportamiento de los padres y el entrenador para ayudar al niño a estar motivado, ya que son las personas que más le pueden influir en este terreno.

El entrenador
La mayor parte de los aprendizajes que hacemos en la vida son mediante la observación. Los niños se fijarán en las personas significativas que tengan cerca, estos serán los espejos en los que mirarse. La figura de un entrenador será un modelo muy atractivo en el que fijarse y aprender.
 Las actuaciones del entrenador serán un referente para los niños. Los alumnos perciben lo que hace y dice el entrenador y tenderán a imitarle. El vínculo que establezcan ambos será decisivo para el rendimiento y la motivación del niño, este aprenderá en parte a verse como deportista, tal y como le vea su entrenador.
Algunas estrategias que puede usar el entrenador para motivar a los niños y reforzar el vínculo entre ambos son:
  • Reforzar positivamente al niño, no solo la conducta, sino también el esfuerzo y la actitud.
  • Centrarse en los aspectos conductuales del ensayo sin caer en valoraciones personales.
  • No criticar innecesariamente.
  • Alentar los pequeños progresos.
  • Motivar tanto individualmente como al grupo. Las emociones de uno influyen en los demás.
  • Ayudar a los niños a ver objetivamente sus puntos fuertes y débiles para, de esta manera, ver en que necesitan mejorar.
  • Reforzar el trabajo de todo el grupo. La meta es la misma para todos si el deporte es en equipo.
Un entrenador de un equipo de fútbol nos cuenta su experiencia en primera persona: “Cuando trabajas con niños lo importante es ser un buen educador, a través del fútbol, que es a lo que yo me dedico. Hay muchas cosas que se pueden enseñar: solidaridad, motivación, compañerismo, afán de superación, aprender a perder…”.

“Como entrenador te das cuenta de que los niños se fijan en muchas cosas tuyas, los más pequeños lo hacen, sobre todo, en las habilidades que tengo para jugar. Con los más mayores, muchas veces acabamos hablando de cosas que no tienen nada que ver con el deporte, por ejemplo de chicas, pero esto es también importante para que haya una buena relación entre todos”.
“En cuanto a los padres, te encuentras de todo, desde los que colaboran y sólo quieren que sus hijos se diviertan, hasta algunos que creen que sus hijos acabarán retirándoles. Los padres son el principal modelo de los chavales y muchas veces no se dan cuenta de esto y pueden llegar a influirles negativamente. Sería muy fácil educar a los chavales desde una actividad que les gusta tanto como el fútbol, pero muchas veces no se aprovecha lo suficiente. Al final lo más importante es que los chavales se diviertan y disfruten con lo que hacen”, concluye el entrenador.

Los padres
Son una figura clave para la correcta formación del niño. Su actitud será tan importante como la del entrenador y pueden ayudar de diferentes formas:
  • Respetando el papel  del entrenador y facilitando su trabajo.
  • Revisando las expectativas que tienen sobre sus hijos en el deporte. Los padres pueden dejarse llevar por sus propias motivaciones o frustraciones, queriendo por ejemplo ganar a toda costa, y dejando así de lado las necesidades de su hijo.
  • Poniendo interés en el deporte que haya elegido el hijo, acompañándole a los entrenamientos,  yendo a verle en los partidos…
  • Prestando atención a su comportamiento,  teniendo siempre en cuenta que los hijos tenderán a imitarles (cuidar el lenguaje, ser cuidadoso con las críticas, respetar siempre a los compañeros y el equipo contrario, etc.).
Los padres y entrenadores serán un apoyo fundamental para el desarrollo de la actividad deportiva de los niños. Ambos han de cuidar su comportamiento, ya que este influirá directamente sobre la actitud que tenga el niño no solo de pequeño, sino también de adulto.
EL CONFIDENCIAL, Jueves 24 de enero de 2013

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