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Los nacimientos prematuros han aumentado un 36% en España

ABC FAMILIA
Cada año en Europa el 10% de los nacimientos se producen de manera prematura, un porcentaje que en España es del 6,41%, lo que supone 1 de cada 13 nacimientos, 29.122 en 2012. El número de nacidos antes de tiempo en nuestro país ha ido en aumento y entre 1996 y 2012 se ha incrementado un 36%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros, una cifra que va en aumento y a la que contribuyen tanto los países desarrollados como en desarrollo por causas diversas.
Mientras en los países menos desarrollados la prematuridad se liga a la falta de atención y seguimiento médico tanto durante el embarazo como en el parto, las causas que originan los partos prematuros en los países desarrollados apuntan a una pluralidad de factores como el incremento de las técnicas de reproducción asistida, los partos múltiples, el estrés laboral, los problemas de salud maternales y el retraso de la maternidad entre otros.

Aumenta la supervivencia

A nivel mundial, el nacimiento prematuro es la principal causa de mortalidad entre los recién nacidos durante las primeras cuatro semanas de vida, y la segunda causa de muerte entre los niños menores de cinco años, aunque en los países desarrollados los avances neonatales y la atención a su desarrollo permiten la supervivencia de estos niños cada vez con una mayor calidad de vida.
Con motivo del Día Mundial de la Prematuridad, que se celebra cada 17 de noviembre, Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Fundación Europea para el Cuidado de los Recién Nacidos Prematuros (EFCNI, por sus siglas en inglés), instituciones y asociaciones de padres de niños nacidos prematuramente a nivel europeo y español unen sus fuerzas y su voz para concienciar sobre el incremento de nacimientos prematuros en la gran mayoría de los países y las necesidades que tienen estos niños y sus familias.

La clasificación de la prematuridad

Se considera prematuro a todo nacimiento que se produce antes de la semana 37 de gestación. De acuerdo a esto, los bebés se clasifican como prematuros tardíos, con un tiempo de gestación que oscila entre las 34 y 36 semanas; prematuros moderados entre la semana 32 y 33 de gestación, y grandes prematuros, cuando la edad gestacional es de 28 a 31 semanas. Si el embarazo ha durado menos de 28 semanas entran en la categoría de extremadamente prematuros.
Aunque las consecuencias de haber nacido prematuramente pueden afectar potencialmente a toda la vida de estos niños, el impacto de la prematuridad es mayor cuanto menor sea la edad gestacional con la que nacen y el peso del bebé. Así, son los nacidos por debajo de la semana 32 de gestación y/o con 1.500 gramos de peso los que en mayor medida ven afectado su desarrollo por esta condición neonatal, un colectivo que ha aumentado su número un 204% en los últimos veinte años en España.
Aunque afortunadamente en nuestro país la tasa de mortalidad infantil general y la de estos niños en particular es muy baja, el parto prematuro es la principal causa de mortalidad perinatal y de morbilidad infantil.
La atención sociosanitaria y educativa a estos niños es fundamental ya que los neonatos prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que aquellos que nacen a término. El grado de prematuridad repercute en un mayor riesgo de complicaciones graves como parálisis cerebral, déficits sensoriales, enfermedades crónicas o de padecer trastornos relacionados con el aprendizaje y la conducta, principalmente, o infecciones respiratorias agudas, especialmente la bronquiolitis causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
En este sentido, Concepción Gómez Esteban, presidenta de Alianza Aire, comenta que «un alto porcentaje de los niños nacidos prematuramente sufre los efectos de las infecciones respiratorias que si no son adecuadamente prevenidas y tratadas desembocan en problemas más serios que podrían afectar durante meses o años a su salud respiratoria». Y subraya que «el objetivo de Alianza Aire, en la que están integradas varias asociaciones que velan por la salud de la infancia, es concienciar a la población acerca del riesgo que suponen las infecciones respiratorias agudas (IRA) en los bebés más vulnerables, entre los que se encuentran los prematuros, a través de la difusión de las medidas de prevención y la defensa de sus derechos».

Tristeza, inquietud y familias desbordadas

La presidenta de Alianza Aire considera que el parto prematuro coge siempre desprevenidas a las familias que se enfrentan a uno o varios bebés extremadamente vulnerables y a un pronóstico incierto sobre su evolución, una situación de estrés postraumático que a menudo marca a los padres. «Los sentimientos de tristeza, inquietud por el futuro del hijo o la culpabilidad son frecuentes, a lo que se suma la necesidad de pasar el mayor tiempo posible para cuidar al hijo en la Unidad de Neonatología, donde ingresan estos niños desde su nacimiento, por lo que hay que conciliar con la vida laboral y familiar, incluido el cuidado de otros hijos».
Pero, además, señala Gómez Esteban, el alta de la Unidad no acaba con las dificultades, sino que supone a menudo el inicio de otra carrera de resistencia, dado el gran número de visitas médicas que pueden requerir estos niños, los cuidados específicos que demandan de diversos profesionales y la necesidad de apoyo a lo largo de todo el proceso de desarrollo de aquellos que han nacido más prematuramente. «Se trata de una situación donde las familias necesitan mayor atención por parte de los poderes públicos, así como el apoyo de las asociaciones de padres que son un recurso comunitario esencial en el ámbito de la prematuridad».
ABC, Lunes 17 de noviembre de 2014

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