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Los deberes ¿son una carga?

DAVID PERELLÓ MARUGAN
Bienvenidos a Mundo Primaria. Tenemos el placer de presentarles el combate definitivo.
Esta semana nos subimos al cuadrilátero para contemplar la lucha por unos de los “títulos” más codiciados en la Educación: La posibilidad de decidir qué hacer con los deberes.
Ésta no es una “pelea” reciente, ya que cada cierto tiempo detractores y defensores de los deberes se ven las caras. Este dilema hace que los miembros de la comunidad educativa se dividan en dos bandos, golpeando a sus adversarios con sus argumentos en un intento de noquear dialécticamente a los otros.
¿Están preparados?
Damas y caballeros ¡Qué empiece la lucha!
los deberes

Detractores de los deberes.

A mi derecha, vistiendo de rojo y con un peso que equivale a muchos apoyos, el “No a los deberes”.
En este lado del ring encontramos, entre otros, a la Federación de Consejos de Padres de Alumnos de Francia (FCPE), a la Asociación de Maestros y Profesores de Reino Unido (ATL) y a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA). Estas asociaciones, junto con miembros de los equipos docentes y profesionales de la educación, defienden que los deberes son un sobreesfuerzo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Dicho proceso debería, sobre todo en la etapa de Educación Primaria, centrarse en el trabajo realizado en el interior de las aulas.

Los golpes directos y ganchos que utilizan para “atacar” a los deberes se centran en que:

– No son una herramienta pedagógica motivadora. Se ven como una tarea impuesta que debe realizarse fuera del horario lectivo.
– Son un elemento de continuación de la clase. No se pretende reforzar la asignatura, sino completar los contenidos que no se han podido ver a lo largo del día o al final de curso.
– Conllevan desigualdades sociales. Muchos padres no pueden permitirse costear profesores particulares que satisfagan los conocimientos o el tiempo de dedicación del que ellos no disponen, lo que favorece niveles dispersos de rendimiento académico en el aula.
– No permiten desarrollar otras actividades. Una excesiva carga de deberes puede acarrear la necesidad de focalizar, en los mismos, todo el esfuerzo y el horario disponible para realizar otras actividades lúdicas o deportivas.
– Crean tensiones familiares y agobio entre los alumnos al formar parte de los boletines de evaluación. Muchos padres sienten la necesidad de comunicar a los tutores los motivos por los que el alumno no pudo realizar los deberes.

Defensores de los deberes.

Y a mi izquierda, vistiendo de verde y con un peso conseguido a través de sus muchos valedores, el “Sí a los deberes”.
En el otro lado del cuadrilátero se hacen fuertes asociaciones como Federación de Padres por la Educación Pública de Francia (PEEP) o la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos de España (CONCAPA), apoyados por estudios de la Universidad de Oxford y Birbeck que determinan la relación directa entre los deberes y el rendimiento académico. Dicho estudio concluye que a mayor número de horas dedicadas, mejores son los resultados escolares.

Para esquivar y bloquear a sus contrincantes, favoreciendo una defensa activa, los defensores exponen que los deberes diarios:

– Permiten que los alumnos sean más autónomos, mejorando la inteligencia intrapersonal y las competencias: aprender a aprender, sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
– Son herramientas que ayudan a reforzar, repasar o ampliar los contenidos trabajos en el aula. Consolidan los aprendizajes a través de la repetición.
Hacen que los alumnos sean más responsables. Se les encomienda una tarea que deben ser capaces de realizar y presentar de acuerdo a unos objetivos planteados.
– Permiten que los alumnos sean constantes. Les ayuda a adquirir un ritmo y una rutina de trabajo.
– Les enfrenta a las dificultades tanto de cursos superiores como de la vida. El mundo laboral a veces exige trabajar fuera de la jornada laboral.

Conclusión

La mayoría de profesionales del ámbito educativo, entre los que se encuentra la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (Copoe), aboga por un resultado equitativo del combate.
Los deberes son necesarios desde un punto de vista pedagógico siendo consonantes con los objetivos, las necesidades y los intereses de los alumnos. En la etapa de Educación Primaria han de centrase en las consecución de las competencias básicas. Facilitar al alumno experiencias enriquecedoras que favorezcan su creatividad, el pensamiento abstracto, la resolución de problemas o la comprensión y la expresión lingüística, a través de las tareas escolares.
Éstos, los deberes, deben adecuarse a las características del alumno y su nivel educativo, no sobrepasando la media hora en los primeros cursos de la etapa, en los que la lectura y el recitado deben ser parte de su contenido.
David Perelló Marugán
David Perelló Marugán es Psicopedagogo en Orientación y Asesoramiento y Maestro especialista en Educación Primaria. Técnico de Formación. Formador de procesos de enseñanza-aprendizaje E-learning

MUNDO PRIMARIA, 13/11/2014

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