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¿Cuándo volverán los niños españoles a clase?

LORENA PACHO / MACARENA VIDAL
El pasado 12 de marzo, hace 14 días, se decretó la suspensión de las lecciones presenciales en España. Desde entonces, cada día los padres españoles se levantan con la eterna pregunta: ¿cuándo volverán mis hijos a clase? Y calcularlo, explican desde el Ministerio de Educación, resulta imposible cuando España no ha alcanzado el máximo de la curva de contagios de coronavirus y de muertes. La ministra Isabel Celaá ha expresado sus deseos en dos ocasiones. El miércoles confió en que los alumnos de 2º de bachillerato tengan “unas semanas” para repasar los contenidos más importantes de Selectividad en el aula. Pero también reconoció que el repaso quizás tendría que ser telemático. Y lo ha repetido este jueves en La Sexta: "Si no todos a la vez, sí se espera que haya una vuelta progresiva a finales de mayo o a principios de junio”. La experiencia de China, donde arrancó la pandemia del Covid-19, e Italia, un país tan infectado como España, sirven de termómetro y parece que la vuelta a las aulas se va a demorar.
Después de que China haya dado por controlado el foco original de la pandemia de Covid-19 en Wuhan, las señales de vuelta a la normalidad son cada vez mayores. Aunque en la mayoría de provincias aún falta el signo definitivo de que el país considera el virus completamente derrotado: la reapertura de los centros de enseñanza. Apenas han retomado parcialmente las clases, desde mediados de este marzo, las provincias de Guizhou, en el sur; Qinghai, en el oeste, y Xingjiang, en el noroeste. Todas ellas registraron pocos casos de la enfermedad y controlaron los contagios relativamente pronto.
Los primeros en volver a las aulas en estas provincias han sido los estudiantes de los últimos cursos de enseñanza media, aquellos que deben empezar a preparar el temido “gaokao, la Selectividad china. Hasta el momento no se ha anunciado si este examen, al que este año en principio se presentarán diez millones de estudiantes, se celebrará en el plazo previsto, a comienzos de junio, o sufrirá algún retraso.
Los estudiantes de cursos más bajos se irán reincorporando a las actividades escolares a medida que se comprueba que no se produce un repunte de casos. Celaá también ha anunciado que el regreso a los centros será escalonado. En la mayoría del resto de las 31 provincias chinas aún no se ha anunciado una fecha de regreso a las escuelas, una decisión que corresponderá a cada gobierno local según evolucione la situación. Sí se ha dejado saber que la reincorporación, como en las provincias pioneras, será gradual y los últimos en volver a las aulas serán los alumnos de primaria. También se retrasará la vuelta a las universidades, dado que muchos estudiantes están matriculados en provincias distintas a las de su residencia familiar, y los desplazamientos podrían aumentar el riesgo de una nueva ola de infecciones, un problema que China quiere evitar a toda costa.
En Corea del Sur, donde las clases también permanecen suspendidas, el 17 de marzo se aplazó de nuevo dos semanas y por tercera vez el regreso a clase, previsto ahora para el 6 de abril. Normalmente, la reapertura de los centros de enseñanza hubiera tenido lugar a principios de marzo. “El Gobierno ha decidido que es aún demasiado pronto para relajarse, aunque la situación del coronavirus llega a una fase de estabilización”, ha indicado el Ministerio de Educación en un comunicado.
Por su parte en Italia no hay, por el momento, fecha prevista para la reapertura de las escuelas ni de las universidades. El Gobierno contempla todos los escenarios posibles y ha dicho que se volverá a las aulas solo cuando sea seguro hacerlo, por lo que todo dependerá de la evolución de la pandemia. “Se volverá a la escuela si y cuando, en base a lo que establezcan las autoridades sanitarias, las condiciones lo consientan”, ha insistido este el jueves la ministra de Educación, Lucia Azzolina, ante el Senado. “Estamos viviendo una situación muy, muy delicada que no tiene precedentes en la historia de la República italiana [desde 1946]”. Azzolina también ha señalado que el curso escolar está a salvo y que en el ministerio se está trabajando para modificar las actuales disposiciones o incluir nuevas sobre las evaluaciones intermedias y finales; los métodos de recuperación o los requisitos para acceder a las pruebas de acceso a la universidad.
El cierre de escuelas y universidades -decretado el 4 de marzo e inicialmente previsto hasta el 15 de marzo, después retrasado hasta el 3 de abril y actualmente prorrogado sin fecha fija- afecta a cerca de nueve millones de estudiantes de infancia, primaria y secundaria y casi dos millones de universitarios. Aunque el Gobierno no se ha aventurado a poner sobre la mesa una fecha para retomar la actividad, en algunos sectores del mundo educativo han circulado diferentes hipótesis, después de que varios científicos hayan declarado que, según su parecer, los centros educativos deberían permanecer cerrados al menos dos meses. El ministerio no ha confirmado nada relativo a los plazos que contempla.
La Selectividad española, que se celebrará bajo un estricto protocolo del Ministerio de Sanidad, se ha retrasado hasta 20 días, lo que también da idea de la demora. Más catastrofista que el ministerio se muestra el conseller de Educación de la Generalitat de Cataluña, Josep Bargalló, quien ha afirmado este jueves que en el próximo curso tendrán que adaptarse los contenidos y enseñanzas que no se hayan podido estudiar en este, que “no es un curso perdido”.
EL PAÍS, Viernes 27 de marzo de 2020

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