Ir al contenido principal

Los alimentos que debes evitar (y potenciar) para que los más pequeños coman bien durante el confinamiento

NIEVES MIRA
En el escenario actual de estado de alarma donde solo se permite salir a la calle para obtener bienes como comida o medicamentos, es especialmente importante comprender la necesidad de seguir una alimentación adecuada y de hacer una lista de la compra que cubra tantos días como sea posible. Todo esto sin dejar de lado la importancia de ofrecer a los más pequeños una dieta con la que cubran sus necesidades alimentarias y de crecimiento.
El establecimiento de una nueva rutina, la obligación de permanecer en casa, el miedo al contagio por el virus... puede llevar a un estado de ansiedad tanto a mayores como a niños que termine en atracones de comida, que se deben evitar a toda costa o sustituir por otro grupo de alimentos saludables (como frutas o lácteos). La doctora Montse Folch, especialista en Nutrición y Dietética en el Centro Médico Teknon, y miembro de Top Doctors aporta las claves para que estos días se siga en cada hogar la mejor alimentación posible.


¿Cómo debe ser la alimentación de los niños durante estos días de cuarentena?
Es fundamental que el niño tenga una dieta mediterránea sana y equilibrada ajustada a su edad y necesidades; y que por supuesto, incorpore unos buenos hábitos en el entorno familiar ahora más que nunca.
¿Cuál debe ser para ellos un menú base que cumple con todos los requisitos?
En este menú deben estar todos los nutrientes esenciales: carne, pescado, huevos, arroz, pasta, patata, lácteos, verdura, hortalizas, fruta, legumbres, pan, cereales, etc.
Se deben potenciar, además, los alimentos naturales, de temporada y ricos en fibra.
En el caso de los niños que comían en comedores del colegio, ¿van a acusar más que otros el cambio de alimentación?
Todos estamos en un proceso de adaptación y delante de una crisis sanitaria y económica, que va cambiando día a día. Todo resulta muy incierto. Los niños que comían en comedores, no lo hacían ni por vacaciones ni en fin de semana o festivos. Así pues, es como debemos intentar explicárselo.
¿Hay algún grupo de alimentos que los niños deban reducir o aumentar su ingesta si, por ejemplo, estos días no pueden realizar ejercicio físico?
Se deben reducir los de consumo ocasional a todavía más ocasional si cabe, pues al estar encerrados (muchos viven en casas pequeñas y sin jardín o terraza y no pueden jugar ni correr, y por tanto quemar: galletas, patatas fritas, refrescos, golosinas…). Se deberían potenciar los alimentos que nos ayudan a mejorar las defensas como la vitamina C presente en frutas y verduras (cítricos: fresas, mandarinas, naranjas, pimientos, etc; ajo, agua, champiñones, alimentos ricos en vitamina E (frutos secos, semillas, aceite de oliva, aguacate, etc).
¿Cuál es el problema de abusar estos días de chucherías y aperitivos?
El aumento de peso y la disminución de las defensas, necesarias, en general, para poder afrontar con buena inmunidad cualquier posible infección.

Un menú tipo propuesto por la doctora

Lunes: Judía verde con patata y garbanzos. Tortilla de calabacín con ensalada. Pan y fruta (plátano)
 Martes: Sopa maravilla. Hamburguesa de ternera con ensalada de maíz. Pan y postre lácteo
 Miércoles: Arroz con verduras. Pollo al horno con ensalada. Pan y fruta (fresas)
 Jueves: Crema de calabaza con picatostes de pan. Lomo rebozado con zanahoria rallada y aguacate. Pan y yogurt
 Viernes: Pasta salteada con verduritas. Rape en salsa verde con champiñones salteados con ajo y perejil. Pan y fruta (pera)
ABC, 22/03/2020

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.