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La forma más segura de dormir para los bebés es en su cuna, boca arriba y cerca de la cama de sus padres, recomiendan los pediatras

El colecho, es decir dormir en la misma cama con el bebé, es una de las prácticas de crianza más controvertidas. Genera un gran debate tanto entre profesionales como entre padres, por eso periódicamente los expertos revisan las evidencias científicas y elaboran nuevas recomendaciones.
Hoy os ofrecemos el último consenso sobre el colecho, la lactancia materna y el síndrome de muerte súbita del lactante, elaborado por el Comité de Lactancia Materna y el Grupo de Trabajo para el Estudio de la Muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría, según el cual la forma más segura de dormir para los bebés de menos de seis meses es en su cuna, boca arriba y cerca de la cama de sus padres.
En 2012 concluyeron que el colecho favorece la práctica de la lactancia materna y no aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante. Sin embargo, aunque el colecho facilita la lactancia materna y esta a su vez protege contra la muerte súbita, también hay estudios que concluyen que el colecho aumenta el riesgo de muerte súbita, incluso si los padres no fuman y en ausencia de consumo materno de alcohol o drogas.
Teniendo en cuenta las disparidad de conclusiones que arrojan los estudios y los diferentes criterios de los profesionales a la hora de recomendarlo, la Asociación Española de Pediatría ha elaborado un documento cuyo texto completo podéis ver aquí, del cual rescatamos las tres conclusiones principales

1) La forma más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres. Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%.

2) La lactancia materna tiene un efecto protector frente al SMSL y, por otro lado, el colecho es una práctica beneficiosa para el mantenimiento de la lactancia materna, pero también se considera un factor que aumenta el riesgo de SMSL por lo que no debe ser recomendado en:
  • Lactantes menores de tres meses de edad.
  • Prematuridad y bajo peso al nacimiento.
  • Padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes.
  • Situaciones de cansancio, especialmente de cansancio extremo, como el postparto inmediato.
  • Colecho sobre superficies blandas, colchones de agua, sofá o sillones
  • Compartir la cama con otros familiares, con otros niños o con múltiples personas
3) Aquellos padres que deseen mantener una mayor proximidad con su bebé durante la noche, pueden optar por colocar la cuna al lado de la cama o utilizar una cuna tipo “sidecar” (superficie independiente adosada a la cama de los padres), que facilita la lactancia y no interfiere con la frecuencia de las tomas de pecho.

Imagen: Diego octubre 2011

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