Ir al contenido principal

Retrato del éxito: una jornada cualquiera en un colegio público de Finlandia

Pilar Díaz Jiménez. Helsinki
Los informes PISA han coronado durante años a Finlandia como el país con el mejor sistema educativo de la OCDE. Queremos conocer desde dentro el día a día de un colegio de Helsinki para desentrañar las claves de su éxito.
Nueve de la mañana; colegio público de educación primaria Kaisaniemi. La directora del centro, Merja Kuosmanen, me saluda en un español casi perfecto aprendido durante cuatro veranos en Madrid. Dirige una escuela ubicada en el centro de Helsinki que cuenta con 394 alumnos repartidos en seis cursos.
Kuosmanen me explica que ya ha recibido el proyecto curricular que se pondrá en práctica en los colegios finlandeses a partir del curso 2016. Un proyecto que, una vez revisado, dirigirá la enseñanza durante los próximos diez años. Antes de que finalice el plazo de verificación, los miembros del Departamento de Educación de Helsinki se reunirán con los directores y profesores de diferentes colegios para hablar del plan de trabajo, estudiar sus sugerencias y analizar las posibles mejoras.
Cualquier persona puede dar su opinión sobre el proyecto. Es importante que la gente esté de acuerdo con los objetivos que queremos alcanzar y también con los conceptos más importantes”, asegura la directora a El Confidencial. Kuosmanen no tarda en pronunciar el mantra de la educación en Finlandia: “El contenido no es lo más importante, lo que importa es el alumno. Aquí tratamos de desarrollar su potencial individual y para eso nos centramos en la persona y no en transmitir información, seguimos el constructivismo pedagógico”, explica, convencida.
Esta teoría pedagógica defiende que cada alumno construya su conocimiento con las herramientas que le proporcionan los maestros, pero siempre siguiendo un procedimiento propio e individual.

Entre instrumentos y espectáculos
La escuela de Kaisaniemi es una de las ocho situadas en el área de Helsinki que cuentan con un plan intensivo de música y baile. Ambas asignaturas forman parte del plan de estudios y los cursos, desde tercero, están divididos en dos clases: en una están centrados en el estudio de la música y, en la otra, en el baile. Estudiar una asignatura u otra es obligatorio y son los alumnos, junto a sus padres, quienes escogen el enfoque que va a tener su curso.
Por su parte, los niños de quinto, de 11 y 12 años, de la clase de música graban cada año un CD con canciones que ellos mismos tocan y cantan. Es una tradición del colegio, pero desde hace cinco cursos son los alumnos quienes también componen las melodías y letras de las canciones. Para que todo este trabajo salga bien, los profesores disponen de su tiempo libre para ensayar con sus alumnos. En temporada de ensayos, muchos días se van a casa a las doce y media de la noche.
En la clase de música de sexto, Satu Hakulinen dirige a los alumnos más mayores del centro, de 12 y 13 años, mientras tocan una pieza de música clásica con diferentes instrumentos. “Estamos ensayando uno de los últimos conciertos que darán en el colegio: el año que viene empiezan el instituto”, explica. En las aulas se respira silencio y respeto hacia los profesores, profesionales muy motivados y con una larga preparación universitaria en pedagogía y en las diferentes asignaturas que se cursan en primaria. Están contentos, aprecian los buenos resultados y se muestran orgullosos de su trabajo.
Una prueba de esta motivación es la maestra Eva Ryhänen, de 65 años, ya retirada. “Después de 38 años en la enseñanza, algunos de ellos como subdirectora de un colegio en Espoo, quiero seguir activa y continuar enseñando, es mi hobby”, cuenta Ryhänen, risueña. Se encarga de las clases de teatro que imparte cada viernes, “pero vengo muchos otros días para dirigir diferentes actividades y proyectos, ahora estoy tratando de que los padres se involucren más en estas actividades”.

La creciente inmigración
En un país donde casi toda la población habla un excelente inglés, además de las dos lenguas oficiales, finés y sueco, Kuosmanen asegura que el que un niño sea bilingüe es un gran don. Para los niños extranjeros, el ayuntamiento ofrece clases de su lengua materna en diferentes colegios de la ciudad. “Se busca la escuela más cercana a la casa del alumno y, si tiene que desplazarse a una que esté un poco más lejos, se le proporciona una tarjeta de transporte para que pueda ir sin problemas”, cuenta Kuosmanen.
En esta escuela el alumnado es muy homogéneo –explica–, casi no hay inmigrantes, pero en otros colegios de Helsinki hay hasta un 64% de alumnos de origen no finlandés”. La cifra aumenta cada año. Lejos de ver la creciente inmigración como un problema, Kuosmanen se muestra entusiasmada con la multiculturalidad. “Los colegios donde hay hasta 32 lenguas maternas diferentes tienen una riqueza cultural enorme. Los niños tienen un aprendizaje informal en el día a día y adquieren habilidades culturales muy avanzadas”, afirma la directora.
La gratuidad de la educación finlandesa es uno de los detalles que más llama la atención de este sistema. Desde el comienzo de la historia educativa de un niño hasta la obtención de un título universitario, todos los cursos son gratuitos. El material escolar y el comedor están incluidos y en la universidad no se pagan matrículas ni tasas. En Finlandia se considera la educación un derecho fundamental de todos los ciudadanos, así que el Estado tiene la obligación de proporcionarlo. Los universitarios también reciben una ayuda económica mensual para que poder ser independientes de sus padres y centrarse en el estudio.

Métodos contra el acoso escolar
La directora se reúne una vez a la semana con la trabajadora social, la psicóloga, la enfermera y los dos profesores del centro especialistas en problemas de aprendizaje para analizar los problemas que surgen. El objetivo de este equipo de profesionales es “el bienestar del niño”, contestan casi al unísono a El Confidencial. Este grupo multidisciplinar suele analizar cada caso problemático con mucho detenimiento.
La trabajadora social se centra en los problemas de comportamiento. Muchas veces son los profesores quienes piden ayuda y entonces intentamos muchísimas cosas, especialmente en la clase”, asegura Leena Pätsi, la psicóloga del colegio. La directora interviene para agregar que “a veces los problemas en el aula están relacionados con acoso escolar y en esas situaciones tanto la trabajadora social como la psicóloga intervienen, actúan sobre la clase al completo y tratan de desarrollar ejercicios para crear un ambiente positivo”.
Entre los programas que implantan los trabajadores sociales de los colegios finlandeses se encuentra el KiVa, un proyecto nacional pionero y muy exitoso en la prevención del acoso escolar. Se basa principalmente en la actuación sobre el conjunto del aula, donde el trabajador social dirige un juego de roles ayudado por el profesor tutor. En él, los niños adoptan diferentes personalidades para hacer frente a situaciones hipotéticas de acoso.
Les damos las herramientas para ser fuertes ante estas situaciones negativas”, cuenta la profesora de segundo, Kirsi Spears. El programa KiVa, desarrollado en la Universidad de Turku con financiación del Ministerio de Educación y Cultura, está implantado en el 90% de las escuelas finlandesas. Actualmente muchos países están copiándolo en vista de sus buenos resultados.
EL CONFIDENCIAL, Jueves 24 de abril de 2014

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com