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El estrés en los niños, un peligro para sus dientes

GALIANA LEGORBURU
Nadie está a salvo del que se ha convertido en uno de los grandes 'demonios' modernos: el estrés. El estilo de vida frenético que caracteriza a las nuevas generaciones ha llegado también a los pupitres. De casa al colegio, y del colegio a casa. Eso, si el día no coincide con alguna actividad extraescolar. Basta con teclear 'deberes' en Google o en Change.org para darse cuenta de que a algunos padres les preocupan las excesivas cargas de trabajo de sus hijos. Y es que ellos no son los únicos que tienen que aprender a lidiar con los síntomas de ansiedad que amenazan con largas noches en vela y tortuosos dolores de espalda. Y sí, también con atacar la salud bucal. Según la doctora María Moya, de la clínica Ortofamily, los problemas dentales en los niños es otra de las señales de que algo no va bien.
"El estado de ansiedad aumenta la acidez de la saliva atacando al esmalte de los dientes, la capa natural que los protege", explica la experta. "La presión social y académica impone sobre los más pequeños un nivel de estrés que puede afectar de forma severa a su salud bucodental. Hay que recordar que se trata de un sistema inmune que está aún en formación", añade. En este sentido, la doctora advierte que el estrés puede desembocar en la inflamación y el sangrado de las encías, el primer paso para que se convierta en una enfermedad crónica o gingivitis.
Y además del dolor durante el cepillado y la mayor sensibilidad de las encías a los cambios de temperatura, un síntoma muy común del estrés es el bruxismo. "Cada vez nos encontramos con más casos de bruxismo en los niños, un hábito nocivo que consiste en hacer rechinar los dientes inconscientemente", asegura la experta de Ortofamily. "Las consecuencias son el desgaste de las piezas dentales e, incluso, dolores en el cuello, la cabeza, la columna y las articulaciones mandibulares", añade.
Del mismo modo, la doctora advierte de que el estrés puede materializarse en úlceras, labios agrietados, boqueras o herpes labiales: "El herpes es producido por un virus que habita en los nervios faciales y se reproduce en momentos en los que el organismo tiene menos defensas, como son los periodos de estrés". Una situación que requiere un mayor control de los padres, que deberían asegurarse de que los niños mantienen unas costumbres de higiene bucal correctas. Aun así, Moya reconoce que incluir tratamientos con flúor y acudir con frecuencia al especialista puede ser la mejor manera de combatir estas afecciones durante los periodos de estrés. "Distinguimos los casos de estrés en niños por su historial clínico: tienen encías en peor estado, mala higiene y mayores desgastes", dice la experta. "Ahora hay pastas y cepillos mejores que antes, pero los niños tienen mucha presión escolar", añade. De la misma manera, los padres pueden detectar si sus hijos están siendo víctimas del estrés observando sus bocas.

Síntomas bucales del estrés

  • Encías más rojas y amoratadas.
  • Hinchazón y pérdida de encía alrededor de algún diente.
  • Sangrar al comer o al cepillarse los dientes.
  • Aparición de heridas y aftas que pueden causar dolor en la encía.
  • Mal aliento.
  • Sensación de movimiento en los dientes y separación.

El yoga, una solución eficaz

Pero para solucionar el problema, no basta con prestar más atención a la higiene bucal. Combatir el estrés debe ser una prioridad. Y para ello, no hay mejor herramienta que el yoga. De hecho, es una actividad que se puede practicar en familia, y sin salir del salón. Según la profesora de yoga especializada en sesiones para el público infantil, Martha Tena, "para los niños es un juego en el que, mientras se divierten, fortalecen el cuerpo, ganan flexibilidad y aprenden a centrar la atención en el presente".
EL MUNDO, Miércoles 31 de agosto de 2016

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