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Las cigüeñas ahora reparten paquetes y no bebés

JOSÉ IGNACIO CUENCA
Siempre se ha dicho que las cigüeñas traen los niños al mundo. Pero, en el mundo animado que imagina Cigüeñas, las protagonistas ya no se dedican a esa azarosa profesión sino a la entrega de paquetes a través de la compañía de Internet Cornerstone.com. Sin embargo, y justo cuando uno de estos pájaros mensajeros va a ser promocionado por su jefe dentro de la multinacional para la que todas estas aves trabajan, acciona por error la máquina de hacer bebés. El resultado es una adorable niña a la que, de inmediato, el protagonista se verá obligado a transportar a una familia, antes de que se jefe se entere y de que sus aspiraciones empresariales se esfumen.
Además, para complicar aún más las cosas, Junior abordará esta misión tras lesionarse un ala con la ayuda de la joven huérfana Tulip, el único ser humano que vive en Montaña Cigüeña, en una aventura contrarreloj que les llevará a cruzarse con toda clase de imprevistos y personajes singulares por el accidentado camino.
La película ha sido concebida y realizada por el cineasta Nicholas Stoller (Londres, 1976), quien da así el salto a la animación tras el éxito obtenido con comedias adultas con personajes de carne y hueso como Paso de ti, Todo sobre mi desmadre, Eternamente comprometidos o las dos entregas de Malditos vecinos. "Es una historia muy personal para mí", confiesa Stoller. "La primera hija que tuve con mi mujer fue sencilla en cuanto a todo lo que rodeó la concepción y el parto. Pero, en cambio, la segunda requirió de mucha ciencia. Esta película es una carta de amor a los padres y a lo que supone traer niños al mundo. He aprendido mucho siendo padre y apreciando lo maravilloso que es tener hijos".

Un estudio animado

Tras el éxito de La Lego Película, Cigüeñas es la segunda película de Warner Animation Group, la división de largometrajes de animación del estudio Warner Bros. creada en 2013. "Cigüeñas es uno de los primeros proyectos de esta empresa. Cuando lo descubrí, no pude dejar pasar la oportunidad", recuerda Doug Sweetland (State College, Pennsylvania, 1975), codirector junto a Stoller y que cuenta con experiencia como animador en taquillazos como Buscando a Nemo o Los increíbles.
La manera que tiene Stoller de rodar sus películas de acción real se caracteriza por desarrollar primero un sólido guion al que luego hay que sumar las improvisaciones que tienen lugar durante el rodaje. Y, aunque el cine de animación sigue un proceso de producción muy distinto y Cigüeñas está dirigida a un público familiar, Nicholas Stoller ha continuado apostando por ampliar el guion original con ideas sugeridas por parte de su amplio equipo de colaboradores, incluidos los responsables de las voces originales. En su versión en castellano, esa voces corren a cargo de Almudena Cid, Christian Gálvez, Belén Cuesta, José Luis Gil y Arturo Valls.

Director polivalente

En el cine actual, directores como Brad Bird o Andrew Stanton han conseguido éxitos con cintas de animación que les han llevado a aceptar proyectos con actores reales. El caso opuesto, pasar del cine con intérpretes de carne y hueso a proyectos animados, parece menos habitual. "Creo que hay ciertas historias que sólo pueden ser contadas en formato animado", confirma Stoller, un cineasta que debuta con Cigüeñas en este campo. "A mí me gusta dirigir comedia. Y, cuando lo haces en una película como ésta, enseguida te das cuenta de que puedes seguir haciendo lo mismo, pero a una escala mucho mayor. En este caso, la acción transcurre por todo el mundo, por lo que amplías los escenarios y sus dimensiones. Hay que recordar que todo parte de una historia que en mi opinión sólo puede ser contada en este formato. Luego está el hecho de que quería hacer algo que mis hijas pudieran disfrutar. Es una pena que, por su edad, todavía no puedan ver Malditos vecinos...", añade entre risas.
Hablando de esa comedia, resulta curioso descubrir que el proyecto de Cigüeñas arrancara al mismo tiempo que se desarrollaba la segunda entrega de las aventuras que protagonizan Seth Rogen, Rose Byrne y Zac Efron. "Han sido cuatro años de bastante trabajo", recuerda el cineasta con una sonrisa en el rostro. "Ahora mismo recuerdo cómo llegué a compatibilizar un rodaje con otro, alternando sesiones de doblaje con apuntes constantes a mis colaboradores. Pudo ser una locura, pero menos mal que tuve a Doug a mi lado". Un asunto para el que el citado Doug Sweetland encuentra una respuesta rápida durante la entrevista: "nunca te marchaste mucho tiempo. Por suerte, siempre estuvimos en contacto y mandándonos cosas".
Para Sweetland, que sabe bien lo que es el mundo de la animación tras haber trabajado un tiempo en Pixar, Cigüeñas supone un salto importante en su carrera al ser su primer largometraje como director. En este caso, junto a Stoller. "Ha sido una gran experiencia que me apetecía desde hace muchísimo tiempo. Tener la oportunidad de codirigir un filme de esta envergadura y aprender cosas nuevas ha sido increíble. Casi tanto lo ha sido trabajar con todo un equipo de animadores. Yo me crié en ese mundo. Por eso, dirigir ahora un largometraje es como un sueño hecho realidad".
Queda por saber si ese estilo de rodar de Nicholas Stoller que apuesta en ciertos momentos por la improvisación podría ser aplicado a la animación. Según reconoce el realizador: "¡La experiencia ha sido aún más satisfactoria que en acción real! Para empezar, no tienes los mismos problemas de horario. Además, se trata un proceso que requiere tanta colaboración entre los distintos equipos que conforman un proyecto de animación, que lo que unos van descubriendo afecta a otros, enriqueciendo todavía más lo que al final los espectadores verán en la pantalla".
El resultado final es una entretenida y emocionante cinta que ha contado con 70 millones de euros de presupuesto y que ha sido estrenada con relativo éxito en salas de EEUU. "Me gusta esa idea", ahonda Stoller, "de que esta película es una carta de amor a lo que supone ser padre o madre, pero también a la familia en general. Aunque no me gustaría dejar de lado que ¡igual muchos empiezan a ver de otra manera a las cigüeñas!", remata con una carcajada.
METRÓPOLI/EL MUNDO, Viernes 30 de septiembre de 2016

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