Ir al contenido principal

¿Cómo afecta una ola de calor al cerebro?

JAQUI CAPDEVILA
Aunque es la estación del año más esperada para los amantes de las terrazas, los viajes y la playa, en verano el estado anímico de una mayoría sucumbe a las altas temperaturas causando cambios de humor, ansiedad y fatiga. Pasear por la calle en las horas de máximo riesgo no sólo no ayudará a soportar la ola de calor que se instala hoy en el suroeste peninsular, sino que incluso puede agravar los síntomas de varias enfermedades y patologías neurológicas traducidas en dolores de cabeza, problemas cardíacos y respiratorios.
"El cerebro funciona bien entre los 35 y 40 grados centígrados. Por encima de esta temperatura no actúa adecuadamente porque recibe impulsos nerviosos lentos", explica la doctora Marisa Navarro. El cansancio, la apatía y la falta de energía se generan cuando el cuerpo hace un sobreesfuerzo para mantener los 36 y 37 grados que necesita el organismo. Y si se piensa en el aire acondicionado como solución en estos momentos irritables, la terapeuta no recomienda ponerlo "como si estuviéramos en el polo norte" porque "el contraste de temperaturas podría causar sensación de mareo y escalofríos".
El trastorno del sueño es uno de los problemas más comunes en las temporadas estivales. Aun abriendo la ventana de par en par y durmiendo casi a la intemperie, las altas temperaturas provocan una mayor intensidad respiratoria y cardíaca que conducen a despertares nocturnos y, por extensión, a un mal descanso. Además, ocasionan una "hiperexcitación cerebral" que dificulta conciliar el sueño, lo que aumenta la ansiedad. Según la doctora, el cuerpo humano necesita una temperatura de 21 grados para descansar correctamente. De ahí el agotamiento que se siente a lo largo del día.
"Los niños y los ancianos son los más susceptibles a los cambios climáticos", asevera. Aunque la mayoría se adapta al calor con rapidez, sin una buena prevención, el aumento de temperatura corporal podría, incluso, poner en riesgo la vida de una persona. Éstas son algunas recomendaciones de la doctora para combatir el calor en verano:
  1. Hidratarse adecuadamente
  2. Utilizar ropa ligera
  3. Ponerse protección solar antes de salir de casa
  4. Consumir alimentos frescos, ligeros y saludables
  5. Hacer la siesta
  6. No salir a la calle en las horas más calurosas
  7. Evitar hacer ejercicio físico al exterior en pleno sol
Verbalizar continuamente "qué calor" provoca un sentimiento de estrés que se podría cambiar con otra actitud. "Los pensamientos son muy importantes porque responden a nuestros sentimientos, por eso, hay que encontrar las ventajas del calor para adoptar una postura más positiva y relajada", afirma. Se trata de cambiar el "qué horror" o el "no se puede aguantar" por un "con este calor me puedo bañar más a menudo", "qué bien me sentará una ducha fresquita" o "qué gusto de helado".
EL MUNDO, Jueves 15 de junio de 2017

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com