M.J.P-B
Los niños que no tienen horarios fijos para ir a dormir son más propensos a sufrir problemas de comportamiento a los siete de edad. Esta
conclusión proviene de un estudio que se ha realizado en Gran Bretaña
con datos de más de 10.000 niños de tres, cinco y siete años, junto con
información que se ha recogido de las madres y profesores referentes a
su comportamiento.
Los autores del estudio —«Cambios de horario para
ir a dormir y los problemas de comportamiento en niños de 7 años de
edad» que se publica en el número de noviembre de la revista «Pediatrics»—
descubrieron que a medida que los niños pasaban su infancia temprana
sin un horario fijo para irse a la cama, los puntajes relacionados al
comportamiento iban empeorando. Sin embargo, aquellos niños que
disfrutaron de un horario fijo a la hora de dormir mostraban mejor
comportamiento. El no tener un horario fijo para dormir puede afectar el
comportamiento del niño al alterar el ritmo circadiano y por el daño
que la falta de sueño causa al cerebro en desarrollo.
Por ello, desde la Asociación Americana de Pediatría aconseja establecer estos cuatro hábitos desde que son bebés:
• El baño le tranquiliza.
Es una medida higiénica y decisiva ya que separa las actividades de
alimentación de la noche con el sueño. Cuando termina la hora de la
comida, su hijo recibirá el mensaje de que comer no es de ninguna
manera, una forma, manera o señal para ir a dormir.
• Cepillarse los dientes.
Ya sea cepillarse los dientes inmediatamente después de la cena o justo
antes de la hora real de dormir, se estimula al niño que este hábito
sean lo último que pase por la boca por la noche. Se puede utilizar un
chupete limpio durante el primer año como un método adicional para
prevenir el síndrome de la muerte infantil repentina.
• Leer un cuento. Los libros pueden servir como una señal perfecta de que es la hora de dormir.
• La hora de dormir.
Es muy difícil obligar a un niño a que se quede dormido.No lo intente y
en su lugar trate de implementar una hora de rutina para que su hijo se
prepare y vaya a la cama. Una vez prepare todo para que el baño,
cepillado y los libros indiquen que es hora de dormir, deberá dejar que
su hijo se duerma independientemente. Es posible que proteste o se
resista, pero si establece los hábitos anteriores y hace un buen trabajo
para llevarlo a la cama, su hijo aprenderá a acostarse en ella.
ABC, Martes 22 de octubre de 2013
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