ABCFAMILIA
Después de la leche materna o de farmacia, a partir de un
año, el organismo del niño ya está preparado para asimilar una dieta
variada que incluye la leche de vaca. Pero a muchos padres se les
plantea una duda ¿es efectivamente la leche de vaca la más adecuada para
mi hijo? Y esta duda es comprensible: en el mercado hay una gran oferta
de leches de crecimiento, leches especiales orientadas a niños de esa
edad. La publicidad las presenta como el alimento ideal para asegurar el
perfecto desarrollo del pequeño. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha
revisado los supuestos aportes de este tipo de leche y ha comprobado
que, en realidad, no es oro todo lo que reluce. Estas son las
conclusiones de la OCU:
Mejor a partir del año
La leche de vaca no es un alimento muy adecuado para los bebés recién
nacidos, entre otras cosas, porque su riñón no está todavía adaptado
para asimilar una concentración alta de proteínas y minerales y se
produciría una sobrecarga renal. Pero, a medida que el niño crece, su
organismo va madurando y se adapta a la ingesta de alimentos con cargas
renales más altas.
De hecho, la ESPGHAN (The European Society for Paediatric
Gastroenterology Hepatology and Nutrition) afirma que se puede dar
pequeñas cantidades de leche de vaca a los niños de menos de un año,
siempre que no sea la fuente principal de leche.
Por ejemplo, a partir de los 9 meses, se le puede dar al niño un yogur natural sin azúcar, un poco de queso fresco o requesón.
A partir del primer año de vida,
el niño ya ha ido incorporando bastantes alimentos en su dieta
(cereales, fruta, verdura, carne, pescado, huevos, etc.). Se aconseja
que, junto con esos alimentos, consuma unos 600 ml de leche al día
(alrededor de tres vasos), que pueden ser en forma de leche, yogures o
como un ingrediente más en la elaboración de purés.
Por tanto, queda claro que la leche no supone ningún riesgo para la salud de un niño a partir de un año.
Lo que aportan las leches de crecimiento
La OCU ha revisado las etiquetas de 15 de las principales
marcas de leches de crecimiento de venta en parafarmacia y en
supermercados, cuatro de ellas en formato líquido, listas para consumir,
y el resto en polvo para regenerar con agua. Estos son los resultados
del análisis: contienen más azúcar, menos proteínas, menos calcio y son
más caras.
1. Valor energético.
Es similar al de la leche de vaca. La leche entera de vaca proporciona
unas 60 kcal/100ml, aproximadamente 120 kcal por vaso, si se recomienda
alrededor de tres vasos al día, supone 360 kcal al día procedentes de la
leche, lo que finalmente supone que para un niño de 1 año el 36% de la
energía diaria recomendada proceda de la leche, y para 3 años alrededor
del 25%
2. Azúcar añadido.
El único azúcar que existe, de forma natural, en la leche es la
lactosa. En 9 de las 15 marcas de leches para niños hemos encontrado,
además, azúcar añadido: sacarosa, jarabes de glucosa, fructosa o bien
miel. Además, el 53% de las muestras llevan aromas (vainilla).
3. Las grasas.
Son similares a los de una leche de vaca, no así su perfil lipídico.
Estas leches contienen menos cantidad de grasas saturadas y más ácidos
grasos esenciales asemejándose más al de una leche materna. No obstante,
estos ya se encuentran de manera natural en la dieta de un niño a
partir del año: aceite de oliva, los cereales, los huevos, o el pescado,
entre otros.
4. Los contenidos en calcio. Son
inferiores a los de la leche de vaca (120 mg/100g). Los valores
encontrados oscilan entre los 65 y los 115 mg/100g, en alguna marca
pueden llegar a ser casi la mitad.
5. Las vitaminas.
Están ampliamente presentes en estas leches. Sin embargo, un aporte
extra de vitaminas no es necesario para mantener una dieta adecuada. No
olvidemos que a partir de un año el niño toma todo tipo de alimentos.
Por lo tanto, las incorpora en su dieta a través de la fruta, la
verdura, la leche, la carne o el pescado.
6. El coste de
estas leches de crecimiento es elevado para una familia. El precio medio
de una leche entera obtenido en nuestro estudio de leches enteras es de
0,70 €/litro; el de las leches de crecimiento es de 2,2 €/litro, aunque
las líquidas son algo más baratas, 1,60 €/litro.
Por lo tanto, darle a su hijo leche de vaca entre los 12
meses y los 3 años, estará ahorrando una media de 600 euros por niño. La
cifra sube hasta los 1.400 euros con respecto a el producto más caro.
ABC, Jueves 24 de octubre de 2013
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