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Escuela de padres: Aprendo a expresar mis emociones

ANGEL SANCHEZ FUENTES
Las emociones son algo inherente a los seres humanos. Todas las personas tenemos emociones, forman parte de nosotros y tienen una influencia enorme en nuestra manera de actuar, sentir y pensar.
Podemos entender las emociones como procesos psicológicos que se tienen una causa (se activan ante un cambio importante), conllevan un análisis e interpretación de la situación, esto nos lleva a sentirnos de determinada manera, y finalmente expresamos como nos sentimos y llevamos a cabo una conducta determinada. Es decir las emociones nos preparan para adaptarnos y responder al entorno. Siendo su función principal la adaptación.
Las emociones y la expresión de las mismas cumplen una función social muy importante, ya que contribuyen a la comunicación de aspectos muy concretos sobre cómo nos sentimos las personas. Nos permiten dar a conocer a los demás nuestros estados emocionales y al mismo tiempo comprender el estado emocional de los otros que nos rodean.
En nuestra sociedad desde una edad temprana, aprendemos a expresar las emociones, recibimos determinadas respuestas cuando expresamos lo que sentimos. Es común que en este aprendizaje las personas asimilen que es bueno expresar las emociones positivas como la alegría y el amor (cuando desde pequeños reímos y sonreímos todos a nuestro alrededor nos refuerzan positivamente) y por el contrario se adquiere la idea de que expresar las emociones negativas como la ira,  el enfado o la tristeza es algo malo (cuando expresamos alguna de estas emociones el refuerzo general suele ser negativo).
Es común entonces que las personas tiendan a mostrarse como gente amable y educada, sintiendo que si sienten enfado o rabia o pena están haciendo algo malo y hasta sintiéndose culpables por ello y reprimiendo por lo tanto la expresión emocional de estos estados emocionales. Pero ocurre que cuanto más reprimimos este tipo de emociones peor nos sentimos, ya que reprimirlas no es lo mismo que hacerlas desaparecer, se quedan dentro dando lugar a posibles trastornos y finalmente a una expresión inadecuada e incluso exagerada de estas emociones.
Por todo esto es fundamental que desde una edad temprana aprendamos a expresar las emociones, liberándonos de este modo de aquello que nos hace daño a nosotros mismos y probablemente a nuestras relaciones. Es sano dejar salir nuestros estados emocionales. Con esto no nos referimos a una explosión de enfado o de ira, sino a saber expresar las emociones de forma asertiva (sin dañar a los demás) y constructiva, haciendo que nos sirva para nuestro propio bienestar.
Todas las emociones, tanto las positivas como las negativas forman parte de nosotros, y como tal, es fundamental y sano saber expresarlas. Porque estas emociones necesitan salir y si las reprimimos no aprendemos formas sanas de expresarlas.
¿CÓMO PODEMOS ENSEÑAR A LOS NIÑOS Y NIÑAS A EXPRESAR SUS EMOCIONES DE FORMA SANA?
  • Dales confianza para expresar sus emociones. No hay que censurar determinadas expresiones emocionales o burlarse de las mismas. No debemos reírnos si el pequeño llora o reñirles cuando muestra un enfado.
  • Enséñales a identificar cada emoción. En ocasiones determinadas emociones nos llevan a conductas similares, pero la emoción que está en la base no es la misma. Para ello cuando el pequeño se muestre enfadado es importante hablar con él, preguntarle qué le pasa, como se siente y que él mismo llegue a identificar su propia emoción. También es bueno que nosotros les expliquemos nuestras emociones de manera natural: “estoy enfadado porque…” “estoy triste porque…” o usemos las emociones de terceras personas, para ello podemos emplear cuentos, dibujos animados e incluso conocidos “el niño esta triste y por eso llora, esta triste porque…”
  • Hazles saber que es normal sentir emociones negativas. Que no es malo y que no pasa nada. Que es algo que les pasa a todas las personas. Para ello debemos mostrar nuestros estados emocionales con naturalidad, sin dramatizar y sin reprimirlos. Es importante que cuando lo hagamos llevemos a cabo una forma sana de expresar estas emociones. Es decir, si estamos enfadados con alguien, expresaremos con palabras y con respeto hacia la otra persona ese enfado “esto me ha enfadado porque…..”
  • Proponles actividades que les permitan soltar determinadas emociones de forma adecuada, como practicar algún deporte, caminar, permanecer un rato a solas pensando, etc.
  • Explícales que si algo nos sienta mal debemos decirlo, tenemos derecho a expresarlo, pero han de ser conscientes de que también podemos estar equivocados. Por ello el hecho de decirlo cumple una doble función nos ayuda a expresar la emoción de forma adecuada y a modificar nuestro pensamiento sobre la situación que nos ha hecho sentirnos así. Es importante también que comprendan que pueden equivocarse y en ese caso también tenemos derecho a pedir perdón.
  • Proporcionales un vocabulario amplio relativo a las emociones desde una edad temprana, no evites llamar a las emociones por su nombre. Llama a las emociones por su nombre: enfado, ira, rabia, tristeza, etc.
  • Enséñales a usar mensajes tipo yo cuando expresen sus emociones. Han de expresar lo que ellos sienten, no culpar u ofender a los demás. “A mí me molesta….y yo me he sentido….” En lugar de “tú has hecho esto…no deberías….”
ACTIVIDADES QUE PODEMOS HACER CON LOS NIÑOS Y NIÑAS
Educación Infantil (3 a 6 años)
  • Pintar caras que expresen emociones de alegría, tristeza, enfado, miedo, etc. La actividad consiste en proporcionar a los pequeños fichas con caras en blanco y con ellos haremos una cara alegre, una triste, con miedo, con sorpresa, enfadada, etc. A continuación pensaremos con ellos situaciones en las que sintamos cada tipo de emoción.
  • Cuando algo le sucede plantéale alternativas para reconocer lo que le ocurre en cada momento ¿estás contento o triste? ¿alegre o enfadado? Simplemente debemos en cada momento desde una edad temprana ayudarle a que comunique lo que le pasa. Por ello le preguntaremos cuando llore, cuando ría, cuando tire los juguetes, etc. es bueno hacer preguntas cerradas y plantearle alternativas.
  • Utiliza caretas con diferentes expresiones emocionales, una con cara sonriente, otra triste, enfadada, sorprendida, etc. Los niños y niñas se pondrán las caretas y representarán la emoción que muestra la cara, también podemos pedirles que expliquen porque se sienten así.
  • Utiliza cuentos y dibujos animados. Explícales y dialoga con ellos sobre las diferentes emociones de los personajes y sobre su manera de expresarlas.
Educación Primaria (6 a 12 años)
  • Utiliza caretas con diferentes expresiones emocionales, una con cara sonriente, otra triste, enfadada, sorprendida, etc. Los niños y niñas se pondrán las caretas y representarán la emoción que muestra la cara, también podemos pedirles que expliquen porque se sienten así.
  • Juega con ellos a intercambiar los papeles. Ellos han de hacer de padre, madre, profesor, profesora, hermano o hermana etc., y otros harán de ellos. Aprenderán así a ver los diferentes puntos de vista y analizar la situación desde una perspectiva más global y menos egocéntrica.
  • Collage de las diferentes emociones. Se ponen en una cartulina alegría, ira, tristeza, miedo, etc. Han de poner caras que simbolicen estas emociones, situaciones en las que nos sentimos así y posibles formas de afrontamiento.
Educación secundaria (12 años en adelante)
  • Utiliza caretas o sombreros que simbolicen diferentes expresiones emocionales, una con cara sonriente, otra triste, enfadada, sorprendida, etc. Los niños y niñas se pondrán las caretas y representarán la emoción que muestra la cara, también podemos pedirles que expliquen porque se sienten así.
  • Pienso situaciones en las que intento calmarme. En estas situaciones lo normal es que estemos reprimiendo una emoción. Les propondremos una actividad en las que anotaran aquellas situaciones en las que intentan calmarse. Han de anotar que ha sucedido, que han pensando, como se han sentido y que han hecho.
  • Diario de las situaciones que me ocurren y me hacen sentir mal. ¿Qué pensaba? ¿Cómo me sentí? ¿Qué hice? ¿Qué sucedió entonces? ¿qué alternativa de actuación podría haber hecho?
Celia Rodríguez Ruiz para Educapeques
EDUCAPEQUES, 03/04/2013

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