Ir al contenido principal

Casi 44 mil menores pidieron ayuda por problemas con las nuevas tecnologías en tan sólo un año

S.F.
Los dispositivos móviles han vuelto a ser uno de los regalos estrella durante las pasadas navidades. Y es que, según el INE, casi el 70% de los niños de 12 años ya tiene un smartphone. A los 14 años son casi el 93%.

«Sin embargo, más que pensar en qué tipo de dispositivo es el ideal, la toma de decisiones debería verse marcada por cómo los padres pueden ayudarles a hacer un uso responsable de esta tecnología. La tendencia es que los padres reconocen que ellos también tienen que estar preparados para regalar un móvil a sus hijos; son conscientes de que son el mejor control parental. Los padres, con el consentimiento y previo acuerdo con los hijos, revisarán el contenido, haya sido este eliminado o no por el menor y sin necesidad de disponer de su móvil, no porque no confíen en ellos, sino para enseñarles a utilizarlo bien», afirma Pedro Valle, fundador de Parental Click.

Principales riesgos a los que se exponen los menores: sexting, grooming, ciberbullying, violencia de género o entre iguales...

Los menores esperan de media 1 año antes de decidirse a pedir apoyo. Sólo en 2016, la organización sin ánimo de lucro Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) recibió un total de 43.909 llamadas relacionadas con las problemáticas asociadas a las nuevas tecnologías, de las cuales 5.967 requirieron orientación especial de un psicólogo, un abogado o un trabajador social. La tendencia es que cada día se reciben más llamadas y que el tiempo que transcurre hasta que se deciden a pedir apoyo sigue siendo muy largo.
Estas cifras ponen de manifiesto los peligros a los que los niños y adolescentes están expuestos diariamente y muy especialmente con su móvil: sexting (difusión o publicación de contenidos de tipo sexual desde un dispositivo móvil), grooming (abuso sexual a través de la red), ciberbullying o violencia de género.
«Actualmente en España, más de un millón de padres espían a sus hijos en Internet, pese a sentir que no están haciendo lo correcto», señala Valle.

Prevenir peligros y compartir inquietudes

Con los Smartphones, se continúa con la tarea educativa que es llevada a cabo día a día. Sin duda, vale la pena insistir en que es una oportunidad para fomentar la confianza y enseñar a los jóvenes a disfrutar de su juventud y a afrontar dificultades que sin duda irán surgiendo en su camino.
«La protección y acompañamiento de nuestro hijo debe trabajarse desde el respeto y la confianza. Igual que estábamos pendientes de con quien se relacionaba cuando le llevábamos al parque, igual que sabemos cómo se llaman su tutor y sus amigos del colegio, tenemos que saber qué dicen y qué hacen en Internet y con quién habla. El objetivo es cuidar, vigilar, guiar y educar. Una idea demasiado amplia y débil de lo que es la intimidad de nuestros hijos puede provocar que nos olvidemos de nuestra responsabilidad como padres. No obstante, debemos tener presente la siguiente fórmula: supervisar no equivale a censurar y criticar», expone Pedro García Aguado, asesor y orientador familiar en la educación de los niños y adolescentes.
ABC, 11/01/2018

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com