JAVIER TORRES
Estopa, Carlos Latre, Noemí Galera, el Mago Pop o Dani Mateo, el más reciente, son solo algunas de las caras conocidas que han querido participar en el proyecto Chas Car, el coche de la magia contra el cáncer infantil. Se trata de una iniciativa llevada a cabo por tres compañeros de trabajo, Esther, Lara y Oriol, que han decidido arrimar el hombro para hacer posible la construcción del centro de oncología infantil del hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat (Barcelona).
Pertenecientes al mundo del doblaje, empezaron a tirar de conocidos y gente cercana para contactar con personas famosas de diferentes ámbitos y proponerles una idea: grabarse dentro de un coche en una pequeña escena humorística, con guión y disfraces si hace falta. Y finalmente subir el vídeo a Youtube para hacerlo viral. Algo así como lo que el presentador James Corden hace en su programa The Late Late Show, pero más casero y con un estilo ligeramente diferente.
En poco tiempo han conseguido llegar a muchísima gente y, de momento, todo el mundo se ha mostrado “muy predispuesto”, explica Esther, una de las impulsoras, originaria de Badalona. Ya han grabado una quincena de vídeos, pero los quieren dosificar para amplificar su circulación por la red. Así, subirán a su canal de Youtube, ‘Chas Car org’ un episodio nuevo por semana, cada lunes a las 20h.
Con el de este lunes ya son tres los clips colgados: el tráiler inicial, el primer episodio protagonizado por el Mago Pop y este segundo en el que aparece el humorista y presentador Dani Mateo. Por delante llegarán otros muchos, además de los que quedan por grabar. Y es que, cuenta Esther, en algunos casos son los propios personajes los que se han puesto en contacto con los impulsores para pedirles participar.
Prefieren mantener en secreto el listado completo de los famosos que ya han participado o que participarán. Habrá concursos semanales para que los seguidores intenten adivinar quien aparecerá en el siguiente vídeo. Esta semana ya lo han hecho, con una camiseta como recompensa. Toda una estructura organizada para conseguir que el proyecto se haga viral y los vídeos lleguen al máximo de público. “Lo que más nos cuesta es mover esto por redes e Internet, porque no somos expertos. ¡Pero estamos aprendiendo!”, bromea Esther.
A partir de las 10.000 visualizaciones, el contador empieza a sumar dinero. Aunque muy poco a poco. Si un clip se viraliza y registra números extraordinarios, cabe la posibilidad de empezar a ingresar por publicidad. Todo lo que recauden irá destinado al proyecto del Sant Joan de Déu. De rebote, el otro gran objetivo es dar a conocer el centro pediátrico de cáncer que prepara el hospital, para que más gente se involucre y colabore como pueda.
LA VANGUARDIA, Martes 16 de enero de 2018
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