ENRIQUE RECIO
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado la
campaña Menos azúcar, más sano que pretende concienciar para reducir la cantidad de azúcar presente
en los alimentos así como que los fabricantes declaren la cantidad de azúcares
añadidos en sus productos.
Los españoles consumen al cabo del día 94 gramos de azúcar,
el doble de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de Salud y
cuatro veces más de la cantidad considerada como ideal por este organismo.
Según explica la OCU a EL MUNDO, este consumo "excesivo de azúcar" es
una de las causas por la que un 54% de la población española sufre de
sobrepeso u obesidad. En el caso de los más pequeños la cifra alcanza el 43%.
Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU, ha demandado que ante
este "elevado porcentaje de obesidad infantil en España" -sólo
superado por Reino Unido en Europa-, la Administración debe adoptar normas de obligado
cumplimiento, no
controles de autorregulación -establecidos
por la ex ministra de Sanidad, Ana Mato-, y que han demostrado no reducir, sino
incrementar la cantidad de azúcar consumida entre los niños. Considera que ante
este tipo de enfermedades "se debe establecer una norma y si no se cumple
que haya sanciones para la industria alimentaria". Y que de este modo, se
consiga reducir al menos un 10% de
azúcares añadidos en
los productos procesados.
Sin establecer una ley que controle a la industria, "sólo
conseguirán maleducar
el paladar de los
niños, que cuando sean mayores seguirán reclamando más productos con azúcar, y
con ello padeciendo patologías cada vez más graves", ha añadido
Izverniceanu.
Desde la institución pretenden educar el
paladar de los españoles, logrando un mayor control en la publicidad dirigida a menores, en las que el
consumidor sea capaz de conocer la cantidad exacta de azúcar añadido a los
productos para poder cubrir sus necesidades nutricionales sin exceder los
límites recomendados.
Al igual que en EEUU desde el pasado julio, la OCU ha demandado
que en España sea obligatorio indicar
en el etiquetado la
cantidad de azúcares añadidos.
Productos como las galletas, yogures, el kétchup, la bollería o
los lácteos, dice OCU "son consumidos en su mayoría por los más
pequeños" y es por ello por lo que reclaman que en este tipo de productos
no aparezca ningún tipo de "alegación nutricional o de salud,
o cualquier tipo de aval científico" que los respalden. Ya que se trata de
productos con "una excesiva presencia de azúcar" y por tanto poco
saludables.
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