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Siete de cada 10 alumnos españoles de 15 años confiesan "sentirse realmente mal" si no tienen internet

OLGA R. SANMARTÍN
Los adolescentes españoles tienen un serio problema con las pantallas, las redes sociales y el mundo virtual. El 69% admite "sentirse realmente mal" si no tiene conexión a internet y un 22% se conecta fuera de clase durante más de seis horas un día cualquiera de la semana. Son "usuarios extremos de internet", según los define la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que advierte que los críos en España están más tiempo navegando que la media de los 72 países que se han sometido a la última edición del informe PISA.
En promedio, los alumnos españoles se pasan en internet 167 minutos diarios entre semana y 215 minutos en el fin de semana. La media de la OCDE es de 146 y 184 minutos respectivamente. España es el quinto país que más internet usa de todos los analizados, por delante de Chile, Suecia, Uruguay o Costa Rica.
Los datos proceden de un informe que la OCDE ha presentado esta mañana en medio mundo. En él se analiza el bienestar de los 540.000 estudiantes que se sometieron a las famosas pruebas de PISA durante 2015. En España participaron en los exámenes más de 37.000 alumnos de 980 centros. Por primera vez, no sólo se les evaluó sobre sus competencias académicas, sino que se les preguntó si eran felices, si estaban contentos con su escuela, si se llevaban bien con sus compañeros y otras cuestiones relacionadas con su estado de ánimo.
Con todos los datos se podría trazar un perfil del estudiante tipo de 15 años en España: motivadopoco ambiciosoansioso por el trabajo escolar y muy dependiente de Internet. Éste es uno de los aspectos más espectaculares del informe, porque ha analizado también cómo los abusos digitales tienen consecuencias en el rendimiento académico de los estudiantes.

El abuso de internet provoca peores notas y aislamiento

Por ejemplo, los estudiantes españoles que admitieron que usan internet durante más de seis horas al día durante los días entre semana -uno de cada cinco de todos los encuestados- obtuvieron de media 35 puntos menos en Ciencias que quienes se conectan menos. La diferencia en la media de la OCDE es mucho menor: 26 puntos.
El informe también advierte que estos "usuarios extremos de internet" declaran tener menor satisfacción con su vida y muestran menos participación en la escuela. "Se observan 16 puntos porcentuales más de probabilidades de llegar tarde a clase y 10 puntos porcentuales más de probabilidades de haber faltado un día al colegio que en otros estudiantes", sostiene.
Estos críos también son más propensos a chatear en línea o escribir correos durante las horas escolares (un 22% lo hace todos los días) que otros alumnos (6%). Frente al 69% de los jóvenes españoles que dice "sentirse realmente mal" si no tiene conexión a internet, hay un 54% de adolescentes de media en la OCDE que se encuentra en la misma situación.
Andreas Schleicher, el padre del Informe PISA y el responsable educativo de la OCDE, ha advertido esta mañana durante la presentación del estudio en Madrid que "la dependencia a internet en España es alta y esto no es positivo en términos de integración social".
"Los alumnos más aislados en la escuela son los que más utilizan internet, y esto es importante que lo sepan padres, profesores y alumnos", ha avisado.
También ha recalcado que este problema es muy reciente en España, pues el abuso se ha disparado en los últimos años. Entre 2012 y 2015, el porcentaje de estudiantes que utilizaban móviles con internet en casa subió un 25%. En ese mismo periodo, el uso de la Red creció en 65 minutos durante los fines de semana (en la OCDE sólo 43 minutos) y en 59 minutos durante la semana (40 minutos en la media de los países).
¿Y cómo son, además de internetdependientes, los alumnos españoles de 15 años? Según este trabajo, tienen "un nivel de ambición personal inferior" al que existe en otros países. El 53% se considera ambicioso, cuando la media de la OCDE llega hasta el 71%. Son bastante más ambiciosos los chicos que las chicas: entre ellos hay una diferencia de 14 puntos porcentuales.
Son poco ambiciosos pero están motivados y viven bastante felices (un 7,4 en una escala del 0 al 10 y más satisfechos los chicos que las chicas). Sus valores de sentido de pertenencia al centro educativo son los más altos de todos los países participantes en la encuesta. Aquí España bate todos los récords y, por primera vez, es el número uno en algo positivo relacionado con PISA, donde nuestros resultados académicos, por contra, dejan mucho que desear. El 87% de los alumnos se siente integrado en el centro (cuando en la OCDE este porcentaje baja hasta el 73%) y el 86% cree que cae bien a sus compañeros (82% en la media global).
Los alumnos inmigrantes tienen menor nivel de sentido de pertenencia a su colegio o instituto que los no inmigrantes, aunque este sentido de pertenencia es más alto que el promedio de los inmigrantes en otros países, dice el informe. Sin embargo, los inmigrantes de segunda generación se sienten menos ajenos a su centro escolar, algo que la OCDE interpreta como un síntoma de "una buena política de integración en España".
Schleicher atribuye el mérito de la integración de los alumnos a los profesores y a los colegios, "que crean ese sentimiento de pertenencia". También resalta la importancia de la disciplina, porque "en las escuelas con atmósfera buena y un clima disciplinario mejor instalado es donde los estudiantes tienen un nivel de pertenencia más alto".
El problema del acoso escolar no parece ser mayor que el que existe en otros países, a juzgar por este estudio. Señala, por un lado, que "un porcentaje bajo" de los alumnos en España, el 3%, admite que sus compañeros le pegan o le empujan varias veces al mes (la media es del 4%). Y afirma, por otro que el 8% dice que se burlan de él, frente al 11% de la OCDE.
Schleicher ha explicado que los datos españoles son mejores que la media en cuanto a acoso físico, pero el acoso social o psicológico, ese que es más difícil de detectar y que consiste en insultos, rumores, burlas o aislamiento, "es más significativo y tiene mayor preponderancia" en nuestro país. Uniendo los dos tipos de acoso, el psicológico y el físico, el porcentaje oscila "entre el 10% y el 15%". El informe dice que el 14% de los estudiantes en España aseguran haber sufrido cualquier tipo de acoso frente al 18,7% de la media de la OCDE.
El bullying se nota en el rendimiento: los centros con niveles altos de acoso entre iguales tienen 21 puntos menos en Ciencias que los de niveles bajos. La buena noticia es que, en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países, este problema "no es más frecuente en los centros desfavorecidos".
La OCDE ha analizado también los hábitos de salud que tienen los adolescentes (el 19% de las chicas y el 11% de los chicos no desayuna antes de ir a clase y cerca del 10% no practica ningún tipo de deporte en su tiempo libre); las relaciones con sus padres (se sienten muy apoyados y ayudados en las tareas por sus progenitores), y cómo son capaces de gestionar las dificultades.
Aquí los jóvenes no salen muy bien parados, porque tienen "niveles de ansiedad relacionados con los exámenes por encima de la media". El 48% siente tensión al estudiar (en la OCDE el porcentaje es menor, del 37%) y el 67% se siente algo ansioso incluso cuando está bien preparado para realizar estas pruebas. La ansiedad es mayor en las chicas que en los chicos y muy común en los estudiantes con alto rendimiento.
"La ansiedad relacionada con el trabajo escolar es uno de los principales indicadores de insatisfacción con la vida entre los alumnos y, en España, la ansiedad es más frecuente en los centros educativos donde los alumnos estudianmás de 50 horas semanales dentro y fuera de la escuela", dice el informe.
Andreas Schleicher ha considerado que este tipo de ansiedad "es el punto débil de este país" y ha considerado que "los padres y profesores deben prestar atención a este problema". No es tanto un problema de tareas escolares, como de percepción de los alumnos, que, según este experto, no aprenden por el simple disfrute de aprender, con una motivación interna, sino para sacar buenas notas porque se "utilizan prácticas pedagógicas iguales para todos".
"No creo que España sea un país en el que los estudiantes hagan un número excesivo de deberes. No es una cuestión de cantidad, y además nosotros creemos que los deberes deben ser un complemento a la escuela, sino que hay que ver cómo podemos mejorar la calidad de las experiencias de aprendizaje. Deberíamos pasar menos horas pasando de unas asignaturas a otras y crear más espacios para que los alumnos entiendan qué es lo que aprenden y para qué lo aprenden. Quizá faltan horas de un aprendizaje más profundo para que sepan que lo que aprenden sirve para algo", ha explicado este experto.
Schleicher hace también una recomendación: "Quizá se deberían desarrollar métodos pedagógicos que sean más personalizados. Si el profesor se adapta a las necesidades del alumno y hay un nivel de personalización mayor, éste se siente menos ansioso", afirma.

La felicidad y las notas

La OCDE ha puesto en relación los resultados académicos obtenidos en el informe PISA con el nivel de satisfacción con la vida de los alumnos. En algunos casos es preocupante: en Corea del Sur, por ejemplo, los alumnos sacan muy buenas notas pero son tremendamente infelices en sus vidas. Por contra, hay países como Suiza y Holanda donde la felicidad es proporcional a los buenos resultados. El informe dedica un epígrafe a Castilla y León (llama a esta región "la Finlandia española"), donde los alumnos han logrado un elevado nivel de satisfacción y muy buenos resultados académicos con una renta per cápita inferior a la media. La incidencia del 'bullying' (afecta a uno por cada 40 estudiantes) es menor que en la media española (uno por cada 26 alumnos). Es una de las tasas más bajas del país. La satisfacción de los estudiantes, sostiene la OCDE, está relacionada con cuatro parámetros: el apoyo de los profesores, el apoyo de los padres, la socialización con los amigos y la actividad física que se practica. España tiene una proporción equilibrada entre felicidad y rendimiento.Los niños son más felices que las niñas, dice este organismo internacional. ¿Por qué? "No está nada claro", responde Schleicher. "No está relacionado con lo que ocurre en clase, sino con la distinta concepción que tienen de la vida".
EL MUNDO, Jueves 20 de abril de 2017

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