DANIEL MARTÍN / MADRID
Justo 35 navidades después de su nacimiento, 'Cortylandia' sigue
siendo un reclamo para miles de niños y sus padres, llegados desde toda
la geografía española para abarrotar estos días la calle Maestro
Victoria como si de un concierto se tratase. Desde el pasado 5 de
diciembre sus muñecos animatrónicos hacen las delicias de quienes se acercan hasta la fachada trasera de El Corte Inglés de Preciados.
En la instalación de este año, de 40 metros de ancho y 14 de alto, el
público podrá disfrutar hasta el próximo 5 de enero de una orquesta
compuesta por pingüinos mecanizados. Un mes de funciones, entre seis y
ocho cada día, que cuentan con novedades como una malla de luces LED de 128 metros cuadrados, con animación y efectos especiales, y unos muñecos electrónicos que por primera vez se controlan digitalmente.
Hay 21 pingüinos, de los que 18 tienen movimiento, que interpretan durante algo más de 15 minutos 'Cantando bajo la nieve en Navidad', que
es el título escogido para el espectáculo de estas fiestas. El Corte
Inglés explica que «el proyecto actual se hace durante todo un año,
desde que se dibuja hasta que se monta», y que en total intervienen en
su diseño y construcción «unas 40 personas».
«Una vez que está aprobado el tema y encajado un boceto con todos los
detalles, se pasa a desarrollar cada muñeco, elementos, fondo, etc. en
3D para su producción. Al mismo tiempo se encarga la música con la historia que han escrito los creativos y que el músico desarrolla en la letra de las canciones», indica la firma.
La banda sonora clásica de 'Cortylandia' la compuso Álvaro Nieto,
autor de temas como 'Gavilán o paloma', que interpreta desde los años
70 Pablo Abraira. Hoy es su hijo el encargado de componer la música del
espectáculo. Como cada año este comienza con el perpetuo estribillo que
reza: «Cortylandia, Cortylandia, vamos todos a cantar, alegría en estas
fiestas porque ya es Navidad». Y van 35.
Historia de una tradición
En el año 1979 El Corte Inglés de la calle Preciados inauguró el
primer Cortylandia, un espectáculo en el que hoy se dan la mano la luz,
el color y la música. En aquella ocasión se utilizó un retazo de selva africana y una máquina de tren real que funcionaba en el Parque de Atracciones de Madrid.
La razón por la que la firma decidió crear su primera instalación de
este tipo fue el publicitar la ampliación de aquel centro comercial, que
hoy sigue siendo el principal escenario de 'Cortylandia'. A partir de
ahí se convirtió en todo un clásico familiar en las fechas navideñas.
Debido a su éxito, los montajes se empezaron a llevar a otras ciudades españolas con motivo de otras celebraciones, como la Feria de Abril, en Sevilla, o las Fiestas de San Mateo, en Valladolid.
Entre los decorados que el público más veterano aún recuerda está el de Gulliver, de 1985, cuyo montaje medía 18 metros de altura y
pesaba tres toneladas. Otras de las creaciones más relevantes creadas
por el departamento artístico de El Corte Inglés fueron los Cortylandia
dedicados a Don Quijote, en 1989, a Aladino, en 1993, o a El Señor de
los anillos, hace ahora 13 años.
Detrás de todos estos montajes hay un enorme despliegue
técnico que acarrea el transporte e instalación de andamios, lonas y
sistemas eléctricos, neumáticos y electrónicos. Una fuerte
inversión económica que sirve para desatar la imaginación de los más
pequeños de la casa e incentivar las compras de sus padres.
EL MUNDO, Lunes 15 de diciembre de 2014
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