SARA MONTERO
Se agolpan en las estanterías de las papelerías disimulados con
dibujos de Mickey Mouse o Dora La Exploradora en sus páginas. Entre los
simpáticos personajes hay ejercicios de lengua, matemáticas o inglés. Al
verlos, las madres sonríen (¡por fin ha encontrado el encargo de la
profesora!), sus hijos no. Son los cuadernos de los deberes de verano,
que sirven para que los menores no olviden en el largo estío todos los
conocimientos aprendidos durante el curso. Con la ayuda de la doctora
Matilde Zornoza Moreno, pediatra del Centro de Salud Alhama de Murcia y
miembro de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) desciframos las claves para que estas tareas no se conviertan en una losa para los hijos.
"Creo
que el verano es básicamente para descansar, bastante sobrecargados van
los niños durante el curso escolar. Creo que debemos hacer dos grupos
bien diferenciados: uno es el de los niños pequeños, o no tan pequeños,
pero que han cumplido sus objetivos y, por otro lado, aquellos niños
mayores que han suspendido alguna asignatura y tienen que reforzar
conceptos", explica la pediatra. La experta traza una primera línea que
distingue a aquellos que han sacado buenas notas y los que no, por
tanto, los padres deben plantear los deberes de verano de manera distinta.
Para
aquellos que han sacado buenas notas durante el curso las tareas no
deben afrontarse como una obligación: "Un niño que durante el curso
escolar ha comenzado a escribir no creo que necesite ponerse con ningún
libro de actividades a escribir específicamente durante el verano. Se pueden reforzar estos conceptos de manera más lúdica, a través de juegos o de cuentos".
Entre
todas las tareas de los padres no está la de convertirse en profesores
durante los meses de verano. La experta recomienda, simplemente,
invertir en los niños el tiempo que falta en otra época del año: "Muchas
veces nos obsesionamos con que los más pequeños lean o escriban
demasiado pronto y se nos olvida lo más importante, jugar. ¿No es mejor
que un niño que ha aprendido a contar lo refuerce contando árboles
mientras sale a dar un paseo por el campo con sus padres? No creo que a
estos niños haya que encomendarles ninguna tarea en concreto, sólo
dedicarles nuestro tiempo como padres". Una excursión al campo para
explorar la naturaleza, hacer deporte, pintar o hacer experimentos
pueden ser buenas actividades para saciar su curiosidad.
Consejos para ayudarles con las tareas
Ayudarles con los deberes no significa hacérselos, sino crear un
entorno favorecedor y atractivo para hacer de las tareas una actividad
más liviana. Estos son los consejos de la doctora Zornoza Moreno.
- Si tu hijo es de los que tiene tareas para este verano (que ya vendrán orientadas desde el colegio), es importante que, ahí donde vayáis, le habilites una habitación tranquila donde pueda realizar sus actividades.
- Siempre es mejor dosificarse, que vaya haciendo cada día un poquito.
- Cada niño debe ser el que elija (dentro de sus posibilidades) la organización, hay quienes prefieren empezar por lo más complicado y quienes lo prefieren al revés, e ir aumentando el grado de dificultad.
- Centrarse en verano es difícil, así que nuestro deber es facilitarle las condiciones ambientales y una habitación soleada y silenciosa.
- Es mejor hacer los deberes por la mañana, que todavía no hará mucho calor. Además nos levantamos con más energía y con la mente lista para afrontar el nuevo día.
- Como padres no debemos hacerles las tareas, pero estar siempre a su disposición para cualquier problema que surja.
EL MUNDO, Miércoles 20 de julio de 2016
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