Ir al contenido principal

¡SOS! Cómo evitar accidentes con niños en Navidad

SAPOS Y PRINCESAS
Durante las Navidades los padres nos volcamos más que nunca en nuestros hijos para que todo salga perfecto y llenar de ilusión y magia cada día y cada rincón de nuestro hogar. Pero a veces, con nuestra mejor intención y sin darnos cuenta, estamos poniendo en riesgo la seguridad de nuestros hijos. Desde la Asociación Española de Seguridad Infantil nos ayudan con unos prácticos consejos a evitar sustos innecesarios y conseguir nuestro objetivo: pasar unas Navidades inolvidables en familia.

Asfixias

  • Asegúrate de que los adornos navideños que estén al alcance de los niños sean de grandes dimensiones, irrompibles y que no puedan desmontarse en piezas pequeñas.
  • Recoge los cables y los cordones manteniéndolos alejados de los niños.
  • Establece espacios de juego adecuados a cada edad, aunque eso suponga tener que modificar la estructura de la casa.
  • Mucho cuidado con los caramelos y con las uvas en Nochevieja. Las uvas son la tercera causa más común de ahogamiento por comida, después de los perritos calientes y los caramelos. Si van a tomar las uvas con nosotros en Fin de Año asegurémonos de cortárselas en trocitos, para evitar riesgos lo ideal es que los niños tomen 12 trozos de uva en vez de 12 uvas enteras.

Quemaduras

  • Utiliza luces que cumplan los requisitos de seguridad.
  • Cuando hay niños en casa es recomendable sustituir las velas por velas LED.
  • Revisa la instalación eléctrica de forma periódica.
  • Mantén la chimenea o estufa de leña limpia y alejadas de los niños mediante barreras de seguridad e infórmales del peligro de acercarse a ellas.

Intoxicaciones

  • Establece normas de seguridad alimentaria (alergias) previas a las celebraciones familiares.
  • Evita el acceso a los niños de plantas como la de Pascua, el muérdago o el acebo: sustitúyelas por centros artificiales si es preciso.
  • Siempre que sea posible es recomendable instalar un detector de monóxido de carbono.

Caídas

  • Instala bloqueos de seguridad en ventanas y balcones.
  • No dejes mobiliario que pueda servir para escalar hacia las ventanas o la apertura de balcones, son días en los que pueden sentir curiosidad por ver llegar desde el cielo a Papá Noel o los Reyes Magos.
  • No incites a asomarse a los niños: si lo ven como algo normal también intentarán hacerlo sin percibir el riesgo.

Actividades

  • Busca actividades en función de las necesidades de los más pequeños, se trata de disfrutar no de correr riesgos porque no estén preparados para ello.
  • Planifica la salida, ofreciendo y localizando los recursos disponibles por si alguien se despista y se pierde: un punto de encuentro donde reunirse, inculcándoles que los profesionales de la seguridad están para ayudarles.
  • Explícales y hazles partícipes de otras medidas de protección: apunta el no de teléfono en el brazo, llevar una pulsera identificativa, etc., nadie mejor que tú conoce a tu hijo, nadie mejor que tú puede anticiparse para su protección y educación, y sobre todo no delegues en otras personas, es tu responsabilidad.

Familia

  • Además de llevar a casa de los familiares aquellos artículos de puericultura que nos facilitan la asistencia a nuestro bebé: hamacas, tronas, etc. recuerda incluir en el equipaje la seguridad infantil.
  • No te despistes: es tiempo de compartir con la familia, pero establece turnos de vigilancia y compartir juegos con los más pequeños, no delegues esta responsabilidad en otro niño aunque sea más mayor.
  • Reunir niños de diferentes edades implica juguetes y juegos que en ocasiones pueden resultar peligrosos para los más pequeños, organiza espacios por edades y juegos para todos.

Disfraces

  • Asegúrate de que los disfraces navideños que utilicen cumplan con la legislación vigente sobre seguridad de la Comunidad Europea.
  • Comprueba que sean no inflamables.
  • No olvides prestar atención a las advertencias de seguridad específicas del disfraz que puede hacer alusión a la edad mínima para su uso.
  • Vigila que no lleve cordones en la zona del cuello ni botones (u otras piezas pequeñas) que se puedan desprender y provocar asfixia.
  • EL MUNDO, Domingo 25 de diciembre de 2016

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com