Está claro que el ejercicio es una actividad saludable. Pero, ¿quiere
eso decir que hay que apuntar a nuestro hijo a alguna extraescolar
deportiva sí o sí? ¿O que cuantos más deportes haga, mejor? ¿No le
estaremos sobrecargando con
actividades extraescolares? Resolvemos esas y otras dudas frecuentes con la ayuda del monitor deportivo Álvaro Granados y el psicólogo José González.
Cuando no quiere hacer deporte
No
a todos los niños se les da bien correr, jugar al fútbol o patinar. Y
cuando son conscientes de ello, es probable que no quieran practicar esa
actividad. ¿Qué hacer entonces? En estos casos los especialistas
aconsejan seguir la regla de oro: no forzar ni imponer nada. Seguramente
el niño no se opone al deporte en general, como actividad, sino a un
tipo concreto de actividad: el fútbol, el voleivol, el taekwondo... Pero
la oferta es tanta que lo más habitual es que acabemos encontrando algo
con lo que sí se divierta y disfrute. Habrá que encontrarlo entre
todos, dejando que él participe. Una buena idea es ir alguna tarde a un
espacio abierto y dejar que practique con nosotros nuevos deportes.
Podemos meter en el maletero un balón, alguna raqueta de tenis antigua,
un freesby... Y dejar que se ilusione con alguno de ellos.
¿Cuánto tiempo semanal dedicarle?
No hay normas estrictas en esto, pero aplicar el sentido común nunca está de más. Cualquier
actividad deportiva
que ronde las cinco horas semanales será positiva para él siempre que
disfrute de todo ese tiempo y no lo vea como una obligación más a la que
asiste sólo porque sus padres quieren que lo haga.
¿Y si mi hijo quiere hacer ballet?
¡Pues adelante! No hay nada mejor que saber cuáles son los intereses de
tu hijo. Eso te ahorrará meses (o años) de marear la perdiz comprobando
qué es lo que le gusta. Los especialistas aseguran que no hay deportes
“de niños” y “de niñas”, sino estereotipos que hemos creado nosotros
mismos según los cuales unos deportes son más adecuados para niños y
otros para niñas. Sin embargo, no hay ningún deporte diseñado
específicamente para ellos o para ellas, y todos resultan beneficiosos
para ambos sexos.
¿No le estaremos sobrecargando con actividades extraescolares?
En
ocasiones, los padres nos sentimos “culpables” por creer que apuntar a
nuestros hijos a actividades deportivas extraescolares es la salida
fácil a no tener tiempo para ellos. Si es el caso, nada mejor que
aprovechar el tiempo que tengamos libre los fines de semana para
practicar con ellos esos deportes que hacen entre semana, implicándonos
en su afición. Será nuestra manera de decirles que estamos orgullosos de
lo que hacen, y que si pudiéramos iríamos a verles jugar también los
días laborables.
Por: Beatriz González
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