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400 euros en la mochila: así funciona el negocio de los libros del colegio en España

EVA PASTRANA
Los niños llegarán hoy nerviosos al colegio. Con la mochila cargada, como cada septiembre. Lo que ellos no saben es que en esa mochilla tan pesada llevan en algunos casos en torno a 400 euros en forma de libros plastificados y cuadernos de espiral. Tampoco se imaginan que esa mochila deben cargarla en un sentido muy distinto, sus padres.
Este curso escolar los libros de cada niño costarán una media de 200 euros, según el portal Ofertia. Una cantidad que varía dependiendo de varios factores: su edad, el tipo de centro al que acuda y sobre todo... el lugar donde haya nacido. La Educación está transferida a las Comunidades Autónomas y eso crea un mapa desigualitario para las familias que deben enfrentarse cada septiembre a la temida 'vuelta al cole'.
Coste de la vuelta al cole en la Secundaria. (Ofertia)
Coste de la vuelta al cole en la Secundaria. (Ofertia)

Las mochilas de los niños del ejemplo estarían prácticamente vacías si su escuela estuviera en Andalucía o en Navarra, donde hace años que la Ley estableció que los libros deben comprarlos los centros educativos y no los padres.
En el otro extremo está Madrid, una de las comunidades más costosas. Es cierto que los colegios públicos y concertados cuentan con una deducción del 15% en "gastos de escolaridad", pero los libros de texto no se incluyen en esa partida. Y el dispendio es enorme.
"En Madrid pagamos entre 250 euros y 450 euros por los libros del colegio de cada niño. Cuanto más mayores, más gasto", explica José Luis Pazos, presidente de la FAPA (Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del alumnado).  
En el resto de España cohabitan modelos intermedios, más o menos justos y más o menos costosos. Con deducciones según niveles de renta ,como en Baleares o en Castilla y León; ayudas directas ,como en Asturias; y modelos de reutilización de libros, como en Cataluña.
De acuerdo con el último estudio publicado por el portal Ofertia, los libros son el mayor gasto que deben afrontar las familias en el cuso escolar. Suponen más del 40% del presupuesto total desde la Primaria hasta el Bachillerato.
Por eso las asociaciones de padres llevan años reclamando que lo que es posible en Pamplona y en Sevilla es perfectamente realizable en Barcelona, en Madrid y en Oviedo. "En Navarra llevan ocho años usando los mismos libros de texto. Un ejemplo de que si se quiere se puede", denuncia Jesús Salido, presidente de CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos).

La LOMCE, un peso más

La mochila pesa este año un poco más. Tanto para los niños como para los padres. La nueva ley de Educación (LOMCE) entra en vigor este año en toda la primaria y en los cursos impares de Secundaria y Bachillerato. Y eso implica que cambian los currículos escolares y por lo tanto, los libros. 
De acuerdo con la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele), la nueva norna implicará el cambio de 180 asignaturas en las distintas etapas educativas.

"La LOMCE pretende invalidar los libros que estamos utilizando. Que vayan toneladas a la basura aunque sean perfectamente válidos", denuncia el presidente de CEAPA.
Nuevos libros y nuevas asignaturas, como ha ocurrido con las ciencias en Primaria, que ahora se parten en dos: naturales y sociales. Todo junto ha avivado la guerra abierta que mantienen desde hace años las editoriales y las asociaciones de padres. 

El negocio de las editoriales

Las editoriales, representadas por Anele exigen un precio fijo al Gobierno y denuncian que los bancos de libros, cada vez más extendidos en algunas comunidades autónomas, "enmascaran con el eufemismo gratuidad lo que en realidad es el préstamo de libros usados, un modelo obsoleto y en proceso de abandono en otros países de la Unión Europea por sus nefastas consecuencias sociales y para la enseñanza".
A juicio de las asociaciones de padres, las editoriales quieren acabar con los bancos de libros para lucrarse y obligan año a año a renovar los materiales por nimiedades. "En la mayoría de los casos son cambios estéticos, en las estructuras de los textos y en la maquetación", denuncia José Luis Pazos.
En efecto, surgen nuevas ediciones sin que se produzcan, en muchos casos, cambios de calado en los contenidos académicos. Lo hacen a través del código ISBN. Cada nuevo código, implica una nueva edición del libro. La Agencia Española del ISBN, dependiente del Ministerio de Cultura, es la encargada de gestionar estos cambios.

Caos e incertidumbre en el nuevo curso

Tal y como deja las cosas la LOMCE ahora serán los colegios y más en concreto los docentes los que decidan cuando hay que hacer caso al ISBN y comprar un nuevo libro. Sin embargo, varias comunidades como Aragón, Cataluña y el País Vasco se han rebelado contra la nueva norma educativa. Todo junto deja en el caos más absoluto el comienzo del nuevo curso. 
La cuestión a resolver es, ¿cuánto debe vivir un libro de colegio? ¿Cuál es su vida útil? ¿Cinco años? ¿Diez años? ¿Quince años? José Luis Pazos es contundente en su respuesta: "Las leyes de la termodinámica no cambian porque haya cambiado la LOMCE, un adverbio sigue siendo un adverbio, y la vida de los Reyes Católicos que yo sepa no ha variado".
EL CONFIDENCIAL, Lunes 7 de septiembre de 2015

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