Ir al contenido principal

¿Judo, ballet? Elige la extraescolar en función de las inteligencias múltiples

CARLOTA FOMINAYA
Gimnasia rítmica, teatro, ajedrez... Las actividades extraescolares son una excelente oportunidad para muchos niños de desarrollar diferentes habilidades y destrezas que no se contemplan suficientemente dentro del currículo escolar. Los padres, para ayudarles a elegir bien, deben conocer las características de sus hijos, con qué disfrutan más, qué se les da mejor. Pero, ¿cómo podemos saberlo? Ana Herrero, psicóloga del colegio Brains, aconseja no preguntar directamente, sino mirar con detenimiento. «Si observamos, es fácil ver aquellas tendencias que predominan, porque es lo que naturalmente el niño ha ido eligiendo libremente en sus juegos». «Si elegimos respetando los gustos e intereses del niño, la gratificación que va suponer para él hacer y desarrollar aquellas habilidades que se le dan bien, va a aumentar su autoestima, su sentimiento de competencia, de valor», añade.
La teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner nos puede ayudar en esta elección, y ofrecernos varias pistas. Según recuerda Glòria Santaeulària, de El Blog de Educación y TIC de Tiching, «Gardner afirma que todos los seres humanos tenemos todas las inteligencias, pero no hay dos personas con los mismos perfiles de inteligencia, ni siquiera los gemelos. Por lo tanto si cada uno tenemos un perfil de inteligencia distinto y tenemos más desarrolladas unas inteligencias que otras, aprendemos de maneras distintas y tendremos habilidades distintas».
¿Cómo podemos aplicar estos principios a la elección de extraescolares de nuestros hijos? Estos son sus consejos para detectar qué inteligencia es en la que tu hijo destaca:

—Inteligencia corporal y kinestésica: Son los niños que andan siempre trepando, saltando, corriendo, detrás de una pelota... En este caso, sugiere Herrero, «las actividades deportivas servirán para mejorar su equilibrio, coordinación, precisión, pero además, para desarrollar muchas competencias emocionales y sociales como la resistencia a la frustración, la importancia de la perseverancia, el saber ganar y perder, el trabajo en equipo, etcétera».

—Inteligencia matemática, espacial, lógica...Estos niños que disfrutarán especialmente en talleres de robótica o ajedrez.

—Inteligencia linguística: Para los que tienen su punto fuerte en las palabras, seguramente disfrutarán con el aprendizaje de idiomas y en talleres de lectura o de escritura creativa.

—Inteligencia naturalista: Son aquellos niños investigadores que, con un palo en la mano, andan observando y experimentando con cada bicho, recogiendo piedras y otros tesoros. Para estos pequeños, sugiere esta psicóloga, son ideales actividades como grupos de scout, o de montaña, que les pongan en contacto directo con la naturaleza.

—Inteligencia artística: Para los niños sensibles e imaginativos, para los creativos... Apuntarles a actividades relacionadas con el arte serán una gran fuente de satisfacción: Teatro, danza, pintura, música... En este caso es importante, tal y como explica el director de la Escuela de Música del Colegio Brains, que se le de un tratamiento lúdico a estas asignaturas en edades tempranas. «En nuestro caso, nuestra filosofía es generar una propuesta que signifique a partes iguales responsabilidad y disfrute», concluye. 
ABC, Viernes 11 de septiembre de 2015

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.