"Cuidando la alimentación de los bebés hasta los dos años podemos reducir su riesgo de sufrir cáncer"

MAR DE MIGUEL

"Voy a estudiar medicina y convertirme en investigador. Entonces ganaré el premio Nobel y os invitaré a todos a Estocolmo". Es una cita de Harald zur Hausen (1936) recogida por la escritora Claudia Cornwall. 56 años más tarde la predicción se hizo realidad y el científico alemán obtuvo el Nobel de Medicina en 2008, un galardón cuyo nuevo merecedor anunciará este lunes la Academia Sueca.

Desde que nació, su vida ha estado ligada a la observación de la naturaleza y su carrera a la investigación de infecciones que producen cáncer. Su mayor descubrimiento fue el de la relación del cáncer de cuello de útero y el virus del papiloma humano, para el que desarrolló una vacuna. Por este trabajo recibió el máximo galardón otorgado en el área de la fisiología y la medicina, premio que recibió junto a los descubridores del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), responsable del sida.

Zur Hausen, a sus 81 años sigue en activo y sus últimos estudios, dos de ellos publicados este mismo año, alertan sobre la presencia en la carne y en la leche que tomamos a diario del material genético de parásitos, bacterias o virus que pueden pasar al ser humano y aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer.

La propia genética de cada persona y sus hábitos de vida son otros factores de riesgo y han constituido el tema principal de la ponencia magistral sobre prevención del cáncer y enfermedades crónicas que Harald zur Hausen ha expuesto este lunes en Madrid. El proyecto Constantes y Vitales de Atresmedia, la cadena de televisión laSexta y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas(CNIO) han celebrado el día internacional de la investigación del cáncer con la participación de este renombrado investigador.

Naturalista desde niño y admirador del microbiólogo Robert Koch ¿quién le inspiró al principio de su carrera?

Mis padres. A mis padres les interesaba mucho la medicina y las ciencias naturales. Mi padre empezó en la agricultura y mi madre estaba muy interesada en la medicina. Me influenciaron especialmente en mis primeros años de vida. Me gustaban los animales, las aves y las plantas. También fueron importantes mis hermanos. Uno era arquitecto paisajista y el otro químico. Durante mi etapa escolar ya sabía que iba a ser científico.

¿Y desde el ámbito académico?

Me influyeron la biografía de Robert Koch, el descubrimiento de la bacteria del ántrax, Luis Pasteur y los escritos sobre los virus que infectan a las bacterias, los bacteriófagos.

¿Estos intereses le encaminaron hacia la medicina?

Me interesé por la biología celular y la medicina a la vez, pero no pude combinarlas. Tuve que terminar a tiempo mis estudios por motivos financieros, porque mi hermano estaba estudiando al mismo tiempo. Renuncié a la biología y continué en medicina. Nunca me arrepentí de esta decisión porque la formación en biología en Alemania, en aquel momento, era muy pobre. En cuanto terminé mis estudios de medicina comencé a investigar. Era el año 1962.

¿Y ahora? ¿Quién está en la mente de Harald zur Hausen?

Mi mujer. Pero me divierto mucho leyendo, aconsejando a mucha gente y discutiendo con mis compañeros de trabajo. Es un estilo de vida interesante. La tierna edad de los 81 años es un período de tiempo tranquilo y agradable.

Su hijo, el patólogo Axel zur Hausen siguió sus pasos. ¿Animaría a jóvenes estudiantes a involucrarse en el mundo de la investigación?

Algunos encontrarían esta vida demasiado estresante. Para un científico es una vida intensa, pero no es una vida fácil. Se necesita ser beligerante y responsable en muchos aspectos. Pero lo más importante que he aprendido con el tiempo es que no se debe confiar demasiado en dogmas, dogmas oficiales o grandes dogmas biológicos. Cuando estés convencido, sigue tu camino y las cosas funcionarán, por lo menos, la mayor parte del tiempo.

Usted ha roto varios de estos dogmas y alerta sobre el consumo de leche y carne pues, como usted mismo asegura, contienen restos de virus que pueden provocar cáncer. ¿Nuestra comida es segura?

Necesitamos conocer más detalles sobre lo que comemos y entender las consecuencias de consumir algunos de estos factores que se encuentran en los alimentos.

¿Usted bebe leche y come carne?

Cuando la gente me pregunta si como carne o productos lácteos respondo que sí. Lo hago porque sé que ya no representa más riesgo del que ya tuve. Lo que es importante para el futuro es cómo nos alimentamos cuando somos bebés. El primer año es el período más importante de la vida. Resulta fundamental cómo manejar la alimentación durante ese tiempo. Pero dejar de beber leche o de comer carne ahora no va a cambiar nada. Lo único que podemos hacer es de cara a nuestros hijos o a nuestros nietos y ser muy cuidadosos durante el primer y segundo año de sus vidas.

¿Por qué es tan importante esa etapa?

En esa fase de la vida es cuando podemos reducir el riesgo de desarrollar cáncer y otras enfermedades crónicas.

¿La etapa de lactancia resulta por tanto crucial?

La edad de mayor riesgo se da durante un período muy corto. El tiempo mínimo óptimo para la lactancia materna es de seis meses. Pero se debería continuar más allá de esos seis meses. Proporciona al sistema inmune tiempo para madurar y reaccionar a infecciones de una manera eficiente.

¿Y a ello deberíamos sumarle la vacunación?

Debemos identificar claramente los factores que influyen en el desarrollo del cáncer en las personas al cabo de los años y tratar de protegerles con la vacunación.

Sin embargo hay movimientos sociales antivacunas que cuestionan esta prevención. ¿Usted qué opina?

Es terrible. Es un escándalo. Los efectos beneficiosos de las vacunas para toda la sociedad son abrumadores. Sobre todo en regiones muy específicas, donde los bebés ya tienen deficiencias inmunitarias. Además, debido a la desnutrición, algunas madres de África, India y países en desarrollo no pueden amamantar a sus hijos porque no tienen leche suficiente. He visto un montón de estos casos en los que querría vacunar a estas comunidades. Los movimientos antivacunas demuestran una estupidez bochornosa.

Cuando recibió el premio nobel ¿algunos usaron las vacunas para atacarle?

Hubo muchos comentarios que no eran ciertos y a los que no di importancia. Simplemente los ignoré, como que mi jefe pudo presionar en la decisión del nobel. Pero que dijeran que yo me había lucrado a través de la vacuna, cuando yo no recibí ni un penique me molestó mucho. Me dolió.

En cuanto a nuevos factores que pueden producir cáncer ¿qué nuevas vacunas están por venir?

Si mis estudios son correctos, algunas infecciones son transmitidas a los seres humanos por productos lácteos o la carne de ganado. Y si resulta que estas infecciones pueden resultar muy importantes para la llegada de nuevos cánceres, entonces deberíamos pensar en la vacunación del ganado. Para que los productos cárnicos sean seguros hay que deshacerse de las infecciones de estos animales.

¿Algún otro tipo?

También se podrían desarrollar vacunas contra las proteínas de estos agentes infecciosos. La producción de anticuerpos funciona bien. Hay antígenos para producir anticuerpos monoclonales específicos de estas proteínas. Es un largo camino por recorrer que debe hacerse correctamente.

En el caso del virus del VIH ¿Cree que veremos algún día una vacuna efectiva?

Es una pregunta difícil de responder. Cuando surgen afirmaciones sobre la obtención de una fórmula nunca resultan ser verdad. Pero creo que las vacunas podrían funcionar y espero que en el futuro se desarrolle algo. No estoy seguro acerca de cuánto podría tardar. Ahora, en un tiempo corto podríamos ser capaces, por ingeniería genética, de excluir genomas existentes en personas infectadas y luego desarrollar vacunas eficaces.

¿Se refiere a la edición de genes por la técnica CRISPR?

Sí. Este es un aspecto importante. Podríamos tener suerte siguiendo esta línea de investigación.

Algunos apuestan por esta tecnología para el próximo premio Nobel. ¿Qué tipo de investigación cree que podría ser merecedora de este premio?

Hay una serie de áreas muy interesantes que se han desarrollado en los últimos años, como la técnica CRISPR-Cas o algunos estudios que se llevan a cabo en Estocolmo para evitar la preeclampsia en mujeres embarazadas . Existen también distintas terapias que están en progreso, estudios sobre hepatitis o agentes de infección después de un largo periodo de persistencia. Todos estos temas son muy interesantes e intrigantes. Pero no hay uno sólo. No quiero hacer ninguna predicción. A veces hay sorpresas en los anuncios de los premios nobel, así que ya veremos.

EL MUNDO, Lunes 2 de octubre de 2017