VANITATIS
Que levante la mano quien no se haya quemado al sol al menos alguna vez en la vida… A
pesar de tener cuidado, de aplicarse crema, de buscar la sombra, o de
tomar mil y una precauciones, en ocasiones es difícil no despistarse y
no acabar rojo como un camarón, y dolorido. Pero lo peor de la quemadura
solar no es el dolor, la molestia o pelarse: su lado oscuro es que el
eritema solar es uno de los principales factores de riesgo para sufrir
melanoma, además de causar un considerable envejecimiento cutáneo.
Para evitar precisamente esos riesgos, ha aparecido en el mercado una pulsera, Smartsun, que la esteticista Carmen Navarro ha traído a sus centros y que también distribuye en su tienda online.
“Esta pulsera tiene una característica única: se le debe aplicar la
misma crema fotoprotectora que a la piel, incluidas reaplicaciones, y
cuando ésta cambia de color, toca volver a protegerse”, explica Navarro.
Antes de que la piel se queje y sufra daños, la pulsera avisa.
El
primer cambio es del amarillo fuerte al vainilla. En ese momento hay
que volver a darse crema y, dependiendo del tipo de piel, con un factor
menor o más elevado en las primeras exposiciones. Si la protección no es
la indicada la piel se resiente. La consecuencia siguiente serían las
temibles quemaduras. Estas pulseras son especialmente interesantes para
los niños, que durante el verano pasan mucho tiempo al aire libre. Tanto
en la playa como en la piscina se puede controlar cuándo las cremas
dejan de hacer efecto.
Resumiendo: ¿La pulsera se vuelve de color
beige? ¡Toca reaplicar la crema protectora! ¿Se torna rosa? ¡Toca sombra
de inmediato y retirarse del sol! La pulsera mide la cantidad de sol que se toma durante todo el día,
y tiene en cuenta tanto la radiación UVB como la UVA, lo cual evita
daños solares importantes. Cada una dura un día, y están a la venta por
24 euros el pack de 28 pulseras. Una forma distinta y novedosa de
prevenir el rojo playa en la piel.
VANITATIS, Miércoles 31 de julio de 2013
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