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Una técnica para cambiar la forma de hablar a nuestros hijos

SAPOS Y PRINCESAS
El lenguaje es la forma que tenerlos de relacionarnos con los demás. Pero, alguna vez te has planteado cómo hablamos a nuestros hijos.  Muchos utilizamos “frases de padres, expresiones que decimos casi de forma compulsiva, sin pensar qué transmitimos a nuestros hijos. Para explicar a los padres qué estamos diciendo con nuestras palabras y qué deberíamos decir en su lugar Jennifer Leahr ha escrito ParentSpeak, un manual en el que nos da pautas para, con nuestras palabras, guiar el comportamiento positivo y desterrar frases que ignoran la perspectiva de nuestros hijos basada en opiniones de expertos (hasta el momento el libro sólo está en inglés).
Portada del libro de Parent Spek
Una de las “frases de padres” que Lehn quiere eliminar de nuestras conversiones es ya eres un niño grande. Muchos la hemos utilizado para conseguir que no usen chupete, abandonen su mantita o cuando vamos a quitar el pañal. Para la autora, lo que en  realidad estamos transmitiendo a nuestros hijos es que ser grande es bueno. Por ende, ser un bebé es malo y por eso no queremos que lo sea. Con estas frases, los padres, según Lehr, estamos avergonzando a nuestros hijos en lugar de dándoles refuerzos positivos para que consigan sus metas. Lo importante es dejarlos crecer a su propio ritmo, no apresurarnos, recuerda.

La recomendación de la autora de ParentSpeak es dejar que sean ellos mismos los que nos indiquen que están preparados para afrontar un cambio como dejar su chupete o manta y no forzarlos a abandonar aquello que les da seguridad, con lo que se sienten cómodos.

No obligues a tus hijos a decir lo que no quieren

En muchas ocasiones alentamos a los niños a que digan cosas, como dar las gracias, solo en virtud de la corrección social y los buenos modales. Para Lehr, tenemos que dejar de usar a los niños como muñecos de ventrílocuo. Es más importante, recuerda, ser modelo de gratitud para nuestros hijos hablándoles con consideración y dándoles las gracias, que haciendo repetir una palabra sin aparente significado cuando creemos oportuno.
Otra señal es cuando les pedimos que compartan algo. Se trata de un signo de generosidad que queremos transmitir a nuestros hijos pero, para la autora, lo que estamos diciendo es que tienen que renunciar a algo que les hace felices para dárselo a otra persona. La conclusión a la que pueden llegar los niños es que es más importante lo que sienten otros que lo que pueda llegar a sentir el mismo. En estos casos Jennifer Leahr nos propone negociar para que ambos salgan satisfechos y simpatizar con los deseos del otro.

Cómo afrontar las rabietas

Otro de los ámbitos en los que ParentSpeak trata de ayudar a las familias es a manejar las rabietas. Los niños, dicen, se enfrentan así a una (o más necesidades). Lo hacen del único modo que saben con su edad y recursos. Según Leahr un niño que se porta mal trata de dar información sobre lo que necesita. Por eso, propone que los padres actuemos de forma tranquila y pausada sin que nos importen más los.convencionalismos sociales que el bienestar del niño. Consejos como tratar de llevarle a un lugar más tranquilo para que se calme y sienta cómodo o explicarle que sabes que está atravesando un mal momento y que estás ahí para ayudarle a superarlo.

Cambiar el modelo

Para cambiar los modelos de comunicación que tenemos con nuestros hijos Jennifer Leahr propone empezar por solo una cosa sencilla e ir cambiado, una vez que consigamos el objetivo propuesto, una a una el resto de formas que las que hablamos con nuestros hijos. El objetivo final es conseguir una crianza basada en el respeto y el amor al niño como persona.  
En caso de tener hijos mayores en casa te recomendamos leer la guía para mejorarla comunicación entre padres, madres, y adolescentes.

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