S.F.
Las vacaciones de verano suelen ser uno de los momentos elegidos para viajar
en familia. Algo que, inevitablemente, aumentará el presupuesto
destinado al viaje, pero que según Andoni Alfaro, fundador de la
consultora de viajes a la carta Godwana Experiences «no debemos entender como un gasto, si no como una importante inversión para la educación de nuestros hijos».
«Viajar no es sólo disfrutar, desconectar y divertirse,
también se convierte en un gran aprendizaje y una lección de vida para
los más pequeños. El conocer otros ritmos, otras religiones, otras
gentes y otras costumbres, enriquece como pocas cosas», asegura Andoni,
quien realizó su primer viaje transoceánico con apenas 6 meses de vida. Tanto para mayores como para pequeños,
un viaje es, en todo caso, una inversión que vale la pena y reporta
múltiples beneficios tanto en el presente como en el futuro de todo
individuo.
Porque el que viaja, aprende.
Esa es la concepción con la que sin duda creció Andoni, y que le ha
llevado a conocer más de 70 países. «No importa si se va a la selva
africana o a los mares de Grecia porque, en su medida, todo viaje expande nuestro conocimiento, convirtiéndose
en pieza fundamental en la educación de nuestros hijos. El exponerlos a
otros paisajes, otras culturas, idiomas, costumbres o niveles
económicos, abre la mente de los más pequeños, convirtiéndolos en
personas más tolerantes y cultas, con un bagaje que asimilarán mucho más que a través de cualquier libro»,
insiste. Así, viajar es una asignatura de historia, geografía, idiomas y
tolerancia, impartida en unos inolvidables días de conexión familiar.
Beneficios en conocimiento que se ven enriquecidos por el
desarrollo de habilidades personales y sociales, necesarias para
enfrentarse a la vida adulta. Porque como apunta Andoni, «viajar implica
también exponerse a ciertas dosis de planificación, paciencia, incertidumbre, asunción de riesgos y adaptación al entorno».
Cualidades que forjarán el carácter de todo niño enfrentado a estos
nuevos estímulos, que irán definiendo su personalidad y preparándole
para su futuro.
En definitiva, inolvidables experiencias que reforzarán el
vínculo familiar y les reportarán indudables beneficios. Un viaje es el
mejor regalo que se les puede dar a los niños, la mejor herencia en
forma de vivencias que perdurarán en su memora. ¿Qué mejor inversión…?
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