ESTHER BLANCO
Realizar ejercicio físico de forma regular durante los diez
primeros años de vida puede disminuir el riesgo de desarrollar
patologías cardiovasculares en edad adulta, señalan diferentes expertos
reunidos en el curso de verano «Hábitos de vida saludable» organizado por la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) en Granada.
La práctica de deporte es algo que se debe inculcar desde las edades más pequeñas porque educar en hábitos saludables
es la base para que estos se conviertan en una costumbre —aunque los
beneficios del deporte varíen según edad, sexo, estado de salud y otros
factores— . Jonatan Ruiz, investigador del Ramón y Cajal, señala que «llevar una vida activa
a estas edades está asociado con tener menos tejido adiposo y mejor
condición física. Además, desarrollan huesos más fuertes y menos
síntomas de ansiedad y depresión».
La recomendación es que, como mínimo, los niños hagan una hora de actividad física al día. Algo cada vez más complicado, en primer lugar por los horarios y, en segundo lugar, por el sedentarismo.
Educación en casa y en el colegio
A la hora de inculcar un hábito a los más pequeños no es
solo importante el núcleo familiar, sino que el colegio se convierte en
otro pilar fundamental. En España según un estudio realizado en 2013 por
la Unión Europea, las horas que se dedicaban a Educación Física en Secundaria no superaban las 35 horas de media anuales, países como Francia o Austria ofrecen más de 100. En 2015, las horas siguen siendo mínimas
—dos horas semanales en muchas Comunidades Autónomas— y muy alejadas de
otros países europeos que han comenzado a incluir desde edades muy
tempranas una hora diaria de esta asignatura todo los días.
Por otro lado España se encuentra, según la European Heart Network,
dentro del «top ten» de los países con mayor tasa de sedentarismo entre
adultos y es que «un 42% de mayores de 18 años declara no realizar
ningún tipo de actividad física durante la semana», matiza Margarita Pérez, docente e investigadora de la Universidad Europea de Madrid.
En este sentido, Ángel Gil —presidente de FINUT—
señala que es más eficaz prevenir la obesidad y el sedentarismo que
luchar contra ellos aunque estén, directamente relacionados, con
factores hereditarios y la predisposición genética de los pequeños.
ABC, 28/08/2015
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