ABC FAMILIA
No hay Navidades sin turrón o sin juguetes. Pero se debe tener en cuenta que «los
juguetes tienen un papel vital en la construcción de la identidad de
género y en la creación del universo simbólico de los más pequeños»,
afirma Sergi Fàbregues, profesor de los Estudios de Psicología y
Ciencias de la Educación y miembro de la Unidad de Igualdad de Género de
la UOC. «El juego es fundamental en la interiorización de valores que
definirán su identidad de género y construirán las expectativas, pues
jugando se adquieren hábitos, modelos e imágenes del mundo».
El experto alerta de la importancia de escoger bien los juguetes y de ser conscientes de los valores sexistas que llevan implícitos: «influyen en la socialización de los niños y de las niñas y en la reproducción de roles de género; los juguetes y su uso transmiten valores, construcciones sociales y culturales». Una consideración a tener en cuenta para estas Navidades: «si limitamos a los más pequeños a un tipo de juego, limitamos también su desarrollo».
El experto alerta de la importancia de escoger bien los juguetes y de ser conscientes de los valores sexistas que llevan implícitos: «influyen en la socialización de los niños y de las niñas y en la reproducción de roles de género; los juguetes y su uso transmiten valores, construcciones sociales y culturales». Una consideración a tener en cuenta para estas Navidades: «si limitamos a los más pequeños a un tipo de juego, limitamos también su desarrollo».
La sociedad no ayuda
Según estudios realizados por el Instituto Vasco de la Mujer Emakunde, durante la campaña publicitaria del
pasado año, en el 46 % de los anuncios dirigidos a niñas se detecta
algún arquetipo: destacan los de fashion (29 %), coqueta (22 %),
princesita (22 %) y cuidadora (13 %). Un 43 % de los eslóganes de
anuncios dirigidos a niños expusieron algún tipo de estereotipo, en un
39 % el de héroe, el de guerrero (26 %) y el de aventurero (26 %). «Los
más comunes para los niños son aquellos relacionados con el poder y la
fuerza; y en el caso de las niñas, el cuidado, la empatía y la belleza
física», afirma con relación a los datos Sergi Fàbregues.
Estos
valores, alerta el experto, contribuirán a «reproducir la división
sexual del trabajo, mantener la visión patriarcal de la vinculación de
ciertas habilidades tipificadas como femeninas con determinados trabajos
y viceversa». De hecho, según el experto, los niños actualmente «interiorizan
valores que están asociados con atributos como el poder o la autoridad
vinculados a figuras mejor ubicadas socialmente o dentro del mercado
laboral».
El juguete construye el adulto de mañana
«La
identidad de género construida durante la socialización primaria
(infancia, familia y escuela) más los roles tradicionales y las
expectativas de estudios y profesiones en la vida adulta, acabarán
marcándolos», afirma el experto, que añade que «los juguetes contribuyen a determinar en cierta medida las aspiraciones que tendrán los más pequeños en la vida adulta».
Fàbregues
considera que «el problema no son tanto los juguetes como la
orientación sexual que se les da promocionándolos para uso exclusivo de
niños o niñas. Se considera innato lo que en realidad es una
construcción social y cultural».
¿Cómo escoger bien?
Es
especialmente importante saber escoger los juguetes por parte de las
madres y los padres, «ser conscientes del mundo que estamos construyendo
a partir del juego simbólico que ofrecemos a los más pequeños». La
lucha contra los estereotipos es difícil y el sector de les juguetes,
entre otros, se debate entre la buena voluntad y la aversión al riesgo.
El sociólogo de la UOC afirma que el futuro pasa «por ofrecer nuevos modelos de relación que permitan que los niños puedan desarrollarse sin los corsés de los estereotipos, de los roles tradicionales de género, que limitan sus potencialidades».
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