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Salman Khan, el responsable de que millones de niños mejoren sus notas del colegio

Por F. Guijarro / Z. Marcos
En el frontispicio del edificio que albergaba la Academia fundada por Platón en Atenas, había una inscripción que alertaba a quienes querían acceder al recinto: “Aquí no entra nadie que no sepa geometría”. Más que una amenaza, esas palabras suponían una declaración de intenciones, la constatación de que aquel lugar era un espacio destinado al saber y que se colocaba el conocimiento en lo más alto. En la home de la página web de la Academia Khan (es decir, en su frontispicio digital) también hay un lema: “Sólo tienes que saber una cosa: puedes aprender cualquier cosa”. Aparentemente, una y otra frase podrían considerarse antagónicas, pero en el fondo su significado es el mismo, se trata de poner la sabiduría como máximo valor.
Aunque Salman Khan no es Platón, sus títulos universitarios atestiguan que ha dedicado gran parte de sus tiempo a formarse. Es licenciado en Matemáticas y Ciencias de la Computación por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y Máster en Dirección de Empresas por la universidad de Harvard. Pero de lo que más orgulloso se siente Khan no es de sus títulos, sino de los millones de personas que habrán conseguido graduarse en alguna disciplina académica gracias a sus clases. Y es que lo que empezó como un proyecto puramente personal -un par de vídeos subidos a Internet para ayudar a un sobrino en sus estudios- se convirtió de forma casi casual en un proyecto global con más de 700 millones de reproducciones en YouTube y casi dos millones y medio de suscriptores en su canal principal (hay 17 canales de la academia). Está claro que en cifras no puede competir con el estomagante “Gagnam Style” de Psy, ni la aritmética tiene el encanto -un tanto estúpido- de un gatito ronroneando, pero si se compara con el aporte que estos vídeos hacen para beneficio de la humanidad, no hay color.
Khan habla con pasión sobre su proyecto y con el convencimiento de que la educación debe ser un derecho humano fundamental e inquebrantable. Por eso en su web defiende que la Academia Khan es “Gratis, para todos y para siempre”. Une así algo que no debería separarse jamás: sentimiento y conocimiento. O, como él mismo afirmó en una conferencia ante una pizarra llena de fórmulas matemáticas: “Si esto no te maravilla, entonces es que no tienes emociones”.
EL PAÍS, Lunes 14 de diciembre de 2015

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