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Obesidad infantil: los padres hacen la vista gorda

ÁNGEL G. PERIANES
"En las familias hay todavía una insuficiente concienciación y una escasa percepción de la gravedad que puede llegar a tener la obesidad infantil. Para prevenirla eficazmente se requiere aumentar esta conciencia y, a su vez, aportar herramientas e información a las familias para conseguir una alimentación y un estilo de vida más saludables para sus hijos". Es la voz de alarma con la que el doctor y experto en promoción de hábitos de salud y en obesidad infantil Rafael Casas ha sentenciado los resultados del IV Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias.
Este informe promovido por Nestlé y realizado por la firma de investigación de mercados IPSOS confirma un problema no de niños, sino de familia. Tal y como afirma Casas, que ha asesorado este trabajo, existen motivos y datos suficientes para constatar la dejadez acerca de este tema en un importante porcentaje de padres que, bien no son conscientes del problema, bien lo perciben como una situación pasajera.
Sin ir más lejos, el 82% de los encuestados (de 1.078 entrevistados vía online) creen que sus hijos tienen un peso normal cuando la realidad dista bastante de su percepción, ya que sólo un 62% de niños españoles cumple con esta idea. El 12% restante padecen obesidad mientras un 18% tiene sobrepeso.
Incluso entre el 27% de padres cuyos chicos tienen exceso de peso y que sí reconocen el problema falta concienciación. De todos ellos, a uno de cada tres, esto le preocupa "algo" o "poco o nada", y no considera que haya que tomar medidas para remediarlo.

Alarma más que coman menos

Los datos del Observatorio Nestlé revelan precisamente que existe nerviosismo en el caso contrario. Lo que inquieta a más del 50% de esos padres de niños con exceso de grasa corporal es que sus hijos coman menos de lo que necesitan.
La responsable de Nutrición de Nestlé España, Anabel Aragón, considera que a pesar de que "los padres tienen cada vez más fácil el acceso a todos aquellos temas relacionados con la nutrición" y que "nunca como hasta ahora ha habido tanta información sobre qué alimentos y cuánto deben comer los más pequeños de la casa, todavía es una asignatura pendiente acercar las recomendaciones de los expertos a la realidad cotidiana y al contexto social actual de las familias".
Por eso, la especialista en nutrición apunta a una labor colectiva y a gran escala: "Entre todos -industria alimentaria, instituciones públicas y privadas, profesionales de la salud, etc.- debemos ser capaces de conseguir que resulte sencillo aplicar las recomendaciones nutricionales e incorporar a la rutina diaria los hábitos saludables a la hora de comer".

Peor alimentados cuando crecen

Los siete años suponen un gran umbral en el que la obesidad infantil se dispara. Según el estudio, el 28% de niños con este problema en la franja de los tres y seis años se eleva hasta el 34% cuando sobrepasan esa edad. ¿Los motivos? Comenta Rafael Casas que el grado de autonomía con el que los jóvenes empiezan a desmarcarse de los hábitos alimentarios impuestos por sus progenitores es un factor determinante.
Como ejemplo, el experto explica que "muchos niños poseen cierta capacidad adquisitiva para comprar chucherías, pasan demasiado tiempo delante de la televisión y manejando dispositivos electrónicos, se entretienen con juegos sedentarios e incluso, en muchos casos, son los niños quienes 'mandan' en su alimentación y eligen lo que desean para comer, probablemente platos muy calóricos en lugar de recetas saludables".
A partir de los siete años, muchos de ellos sacrifican dos de las cinco comidas recomendadas (la de media mañana y la merienda). Tanto es así que sólo el 37% de los niños de entre diez y doce años cumple esta dieta aconsejada cada día.
Los propios padres admiten que la situación empeora cuando sus hijos se hacen mayores. El 10% de padres de niños de entre tres y seis años que acepta esta realidad contrasta con el 20% de progenitores de chicos de entre diez y doce años que advierten el problema.

Mala proporción alimentaria

¿Racionan de forma adecuada las cantidades de comida a sus hijos de acuerdo con los expertos? La respuesta de muchos padres es un preocupante no. Según admiten en el cuestionario, los niños comen mucha menos fruta y verdura de lo aconsejable y más del doble de la cantidad asumible de hidratos de carbono.
Por un lado, mientras un 69% de padres aseguran conocer la proporción de fruta que deben ofrecer a sus pequeños (3 raciones), únicamente un 17% cumple con ello. Por otro, los resultados muestran cómo los niños toman un 42% de verduras menos de lo recomendado. No sólo eso. Si bien es cierto que un 66% de padres admite conocer qué cantidad deben darles, apenas un 54% de progenitores ponen verdura en el plato dos veces al día, tal y como aconsejan los nutricionistas.
Nada que ver con los excesos de macarrones, espaguetis y tallarines que abundan en las comidas y cenas españolas. El consumo desorbitado de hidratos de carbono entre los más jóvenes, que supone un 56% de sus platos, muestra una realidad muy alejada de un modelo saludable.
EL MUNDO, Jueves 25 de mayo de 2017

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