Los alimentos integrales no hacen daño a los niños, todo lo contrario: les aportan más
vitaminas, minerales y
fibra que los que han sido refinados (es decir, los que han sido sometidos a procesos especiales para su conservación).
¿Qué es un alimento integral?
Se considera que un alimento es integral cuando se encuentra en su estado natural y por tanto conserva todas sus características nutricionales originales. Por eso, tanto el arroz como el
pan integral tienen más propiedades que los arroces o panes blancos o “normales”.
El problema es que la mayoría de los productos que se venden en el supermercado como
alimentos integrales
no lo son al cien por cen: a muchos panes "integrales" tan solo se les
ha añadido salvado y muchos arroces publicitados como integrales se
encuentran en realidad a medio camino entre el arroz blanco y el
integral. Para estar seguros de que son integrales de verdad conviene escoger los de origen biológico, que podemos encontrarlos en herboristerías y tiendas especializadas.
No le sienta bien…
Puede que a tu hijo no le sienten bien unos macarrones integrales: no todos los niños toleran bien los productos integrales, sobre todo si tienen el intestino delicado o si son menores de un año.
Por eso, aunque se pueden incorporar a su dieta, es mejor no hacerlo
en grandes cantidades y siempre vigilando la reacción del pequeño: si
tiene algún síntoma que nos llame la atención después de comer, como
diarrea, es que su cuerpo aún no está preparado para digerirlo bien.
Por: Ser padres
Asesor: Joseba Koldo Apesteguía, nutricionista y profesor de
IUSC Centro de Estudios Superiores, área de dietética, nutrición y
terapias naturales.
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