Los
niños y adolescentes que duermen poco, menos de 10 horas en edad
escolar, pueden activar los genes responsables de la obesidad, según
ha concluido el estudio elaborado por un grupo de pediatras del
Hospital Josep Trueta de Girona y que forma parte del Instituto de
Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI).
El artículo científico, liderado por el doctor Abel López Bermejo y
publicado en la revista 'International Journal of Obesity', constata
que la falta de sueño se asocia a la obesidad de los niños antes de
que empiecen la pubertad, sobre todo si presentan un riesgo genético.
Así, el estudio ha considerado que los niños tendrían que
dormir un mínimo de 10 horas y los adolescentes 8 horas, puesto que
descansar menos tiempo de lo que se valora como óptimo es uno de los
mecanismos que explica un crecimiento del riesgo de ser obeso.
Los responsables del artículo han recordado que la obesidad continúa
aumentando en países desarrollados como EE.UU. -donde el 60% de la
población tiene sobrepeso u obesidad- porque, aparte de dormir poco,
se relaciona con un estilo de vida menos saludable, tanto en dieta
como en actividad física.
La
investigación del IDIBGI es el resultado de un estudio clínico
realizado entre 2009 y 2011 --a 300 niños de entre 5 y 10 años-- y
ahora se tendrá que confirmar a través de un estudio experimental,
puesto que todavía se desconoce por qué la causa de dormir poco
incrementa el riesgo de ser obeso.
LA RAZÓN, Miércoles 19 de febrero de 2014
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