ENRIQUE BOLLAND
Los niños españoles
han cambiado sus aspiraciones: antes querían ser maestros y
astronautas, pero ahora quieren convertirse en ricos y famosos, según un
estudio de la Guía del Juguete. El informe señala, además, que los
niños tienen menos tiempo para jugar y lo hacen menos en la calle, son
más sedentarios y sus juegos les trasladan a mundos imaginarios, a
diferencia de hace 25 años, cuando preferían imitar la vida real de los
adultos. El juguete
estrella sigue siendo la tablet. "Los padres están hartos de que sus
hijos solo jueguen con la tablet", manifiesta la doctora en Pedagogía
María Costa.
El aniversario del Instituto Tecnológico de Producto
Infantil y Ocio (AIJU) ha servido de excusa para que los expertos que
colaboran con esta entidad sin ánimo de lucro comparen a los niños y a
las familias españolas de 1990 con los actuales, y extraigan
consecuencias sobre la influencia que las nuevas costumbres tienen sobre
el juego. Entre las conclusiones de estudio, presentado een Ibi
(Alicante), hay algunas preocupantes: los niños dedican menos tiempo a
jugar y, cuando lo hacen, suele ser en casa.
Los resultados de la investigación revelan que los
mundos que inventan los pequeños españoles contienen mucha más fantasía
que hace dos décadas y media. Y ofrece, además, una reflexión un tanto
desalentadora: "Antes querían ser maestros y astronautas, ahora aspiran a
convertirse en ricos y famosos. La razón la hallamos en el tipo de
personajes a los que desean emular. Antes tenían cinco canales de
televisión y sus héroes estaban en los dibujos animados; ahora, viven en
un mundo multimedia y encuentran sus modelos entre los deportistas,
actores y cantantes que tienen en común el dinero y la fama", explica
María Costa, coordinadora de la Guía del Juguete.
No obstante, el estudio también presenta algunos
aspectos positivos. Por ejemplo, el hecho de que los padres españoles se
ocupen mucho más que en 1990 de atender a sus hijos y de que ambos,
padre y madre, dediquen un tiempo significativamente mayor a acompañar a
los niños en su tiempo de juego. Esta circunstancia responde, según
Costa, "a los cambios en el modelo de familia, con menos hijos, que
además se tienen más tarde". La directora del Departamento de Pedagogía y
Consumo Infantil del AIJU subraya que los progenitores están más
informados y se preocupan más de atender las demandas de sus hijos,
hasta el punto de que la opinión de los menores influye en el 60% de las
decisiones de compra que se toman en los hogares españoles.
Agobiados por los deberes
Pero Costa se muestra pesimista respecto a la
preferencia de los niños por los tablet. "Los padres están reaccionando,
como ocurrió antes con la Game Boy o la PlayStation, que parecía que
iban a copar todo el tiempo de los niños y terminaron por convivir con
los juegos tradicionales". La pedagoga se muestra más preocupada con la
reducción en el tiempo de ocio de los escolares, agobiados por los deberes y las actividades extraescolares que ocupan casi toda su jornada.
"Desde hace milenios, el juego ha sido vital para el aprendizaje,
porque aprender no es solamente acumular conocimientos", explica Costa,
"sino también adquirir habilidades sociales, psicomotrices o cognitivas
que se aprenden mejor jugando de manera libre".
Inmersos ya en la precampaña navideña, los jugueteros
saben que la crisis económica tiene su reflejo también en el cambio de
hábitos de la sociedad, pero con algún efecto positivo al que Costa hace
alusión: "Los padres han racionalizado la adquisición de juguetes y
tienen más poder de negociación con sus hijos, que son conscientes de la
crisis y aceptan más fácilmente que en lugar de pedir 25 cosas a los
Reyes deban conformarse con pedir cinco".
Star Wars: El imperio copa el mercado
Si en 1990 ya existían juegos que se ponían de moda en
cada campaña navideña y llegaban a agotarse en plenas fiestas, ahora
las modas están relacionadas con las licencias de productos asociados al
cine o las series de televisión. Así como 2014 fue el año de Frozen, esta temporada la invasión llega de la mano de Star Wars. La nueva entrega cinematográfica de La Guerra de las Galaxias
amenaza con abarrotar las jugueterías españolas de guerreros Jedi,
naves espaciales y todo tipo de muñecos y juegos electrónicos
relacionados con la famosa saga.
No obstante, un vistazo a la Guía 3.0 editada por el
AIJU indica que algunos clásicos resisten el paso del tiempo mejor que
otros. Con versiones estéticamente adaptadas a los nuevos tiempos, en
las próximas semanas no van a faltar en las tiendas españolas juegos
incombustibles como el Monopoly, el Cluedo o el Scalextric, que resisten
gracias en parte a que reflejan situaciones y actividades que aún
interesan a los niños, como las carreras de coches, y en parte por la
nostalgia de sus padres, deseosos de compartir con ellos aquellas
actividades que les hicieron felices en su propia infancia.
EL PAÍS, Miércoles 18 de noviembre de 2015
Comentarios
Publicar un comentario