S.F.
La prevención de accidentes es fundamental en el segundo año de vida. Esto es así, sobre todo, por el comienzo de la marcha, que obliga a ampliar el área de actuación, la curiosidad natural del niño por su entorno, la falta de sensación de peligro y la tendencia a llevarse todo a la boca.
La Asociación Española de Peditaría advierte que hay que conjugar de manera inteligente la vigilancia del niño con la exploración del entorno evitando la sobreprotección, y acondicionar el hogar para no tener que estar continuamente llamando la atención del niño.
A partir de los 12 meses hay que hacer hincapié sobre todo en los accidentes por asfixia o atragantamientos, caídas, uso de andadores, en el agua y piscina, intoxicaciones, quemaduras, heridas y accidentes de tráfico.
Para prevenir los accidentes por asfixia o atragantamientos es importante guardar los objetos pequeños fuera del alcance y de la vista de los niños (botones, monedas, pilas, chicles), no permitirles nunca ingerir trozos pequeños y duros de comida como caramelos, maíz o frutos secos, y enseñar a no comer mientras corre o se ríe. También es importante que todos los juguetes estén homologados para su edad, evitando los pequeños y desmontables, y no dejarles jugar con bolsas de plástico ni globos (hinchados o no). Hay que evitar que duerman en superficies demasiado blandas o con cojines, almohadas o peluches grandes. Los niños de esta edad no deben usar cadenas ni cordones en el cuello, ni tampoco cordones ni adornos largos en la ropa.
Respecto a la prevención de caídas, es fundamental no colocar cerca de las ventanas muebles que el niño pueda utilizar para subirse. Hay que colocar cierres de seguridad para que la ventana sólo pueda abrirse unos centímetros y los muebles que se puedan volcar deben estar anclados a la pared, evitando colocar objetos que llamen su atención en superficies altas. Son fundamentales los protectores en los accesos a escaleras tanto de subida como de bajada. Hay que colocar también sistemas de protección en los laterales de la cama y evitar literas o camas altas. Las cunas deben estar homologadas regulándolas a medida que el niño va creciendo.
En los muebles deben colocarse cantoneras acolchadas y en las puertas protectores para evitar cierres violentos.
Es importante también prevenir los accidentes por inmersión en el agua. No hay que dejar al niño solo en la bañera y se deben usar elementos antideslizantes.
Las piscinas deben tener valla perimetral alta (de más de 122 cm) y puerta cerrada. Nunca hay que dejarlo solo cerca del agua ni a cargo de otros niños mayores y hay que vigilarlo siempre aunque lleve manguitos, flotadores o sepa nadar.
Las intoxicaciones también son muy frecuentes a esta edad por lo que es fundamental tener siempre a mano el teléfono del Instituto Nacional de Toxicología (91 562 04 20). Los medicamentos deben estar guardados bajo llave y en los envases originales y no se deben comparar con golosinas o caramelos. Debemos evitar tomar medicamentos delante del niño y tener cuidado con los que dejamos en la mesita de noche. Los productos de limpieza y químicos (raticidas, insecticidas…) deben mantenerse lejos del alcance de los niños, en envases originales con cierre de seguridad. Los productos tóxicos deben permanecer en su envase original, nunca en envases de bebida.
En lo que se refiere a las quemaduras hay que ser cuidadoso con la temperatura del agua en el baño, comprobándola siempre, y mantener los aparatos eléctricos alejados de la bañera. Hay que prestar especial atención al niño en la cocina, tener cuidado con el horno y la vitrocerámica calientes y vigilar los mandos del gas. Debemos acostumbrarnos a utilizar los fuegos de la parte posterior con los mangos de sartenes y cazos hacia atrás. Hay que evitar circular por la casa con líquidos calientes y no tener al niño en brazos mientras se toma algo muy caliente. También hay que ser cuidadoso con el microondas porque realiza un calentamiento irregular. No se deben dejar líquidos calientes en los bordes de las mesas y se debe tener cuidado con los picos de los manteles de los que pueda tirar. La protección de enchufes es clave y hay que mantenerle alejado mientras se plancha y posteriormente proteger la plancha para que no se pueda acercar.
Es importante mantener la instalación eléctrica en buenas condiciones, con enchufes de seguridad según la normativa, evitar dejar cables en mal estado y desconectar los aparatos eléctricos una vez utilizados. Hay que poner barreras delante de estufas y chimeneas y no dejar al alcance de los niños mecheros ni cerillas.
La protección solar debe realizarse con productos que lleven un factor de protección adecuado (como mínimo mayor de 15), y repetir su aplicación cada 2-3 horas aunque sean resistentes al agua y al roce. Conviene restringir y limitar la exposición solar, sobre todo en las horas centrales del día. Nunca se debe dejar al niño solo al sol en el coche.
En lo que se refiere a la prevención de heridas debemos mantener objetos cortantes (tijeras, cuchillos) fuera del alcance de los niños. Las herramientas de bricolaje deberían estar alejadas y bajo llave. Debemos tener cuidado con mascotas que puedan lastimarle.
Durante los trayectos en automóvil se deben usar los sistemas de retención infantil (SRI) homologados en relación con su peso y talla, aunque sea para trayectos cortos.
ABC, 14/08/2017
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