RAQUEL VILLAÉCIJA
En España hemos sido más reacios que en otros países a pagar por el agua, tanto en tiendas como en restaurantes. Preferimos beber de grifo y gratis. Sin embargo, nos vamos aficionando cada vez más a consumir agua embotellada y a pagar por ello. Esta categoría se está revalorizando y está experimentando crecimientos del 6,5% en las ventas en supermercados e hipermercados.
En el caso de las botellas individuales, en lo que va de año se están vendiendo un 20% más con respecto al anterior. La facturación del sector, las empresas que producen y distribuyen este producto, crece a un ritmo del 8,5%, según datos de la consultorta Nielsen, que destaca que «las aguas siguen siendo la categoría estrella dentro de las bebidas».
España es ya el tercer país europeo en consumo de agua embotellada. El consumo se ha disparado no sólo en hostelería, sino también en el hogar, donde bebemos una media de 60 litros por persona y año, un 5,4% más que en los últimos 12 meses, según el panel de consumo del Ministerio de Agricultura.
Durante los años de la crisis lo que se vendía eran garrafas y los precios cayeron. Ahora se está produciendo el movimiento contrario: lo que se venden son las botellas individuales, que ya suponen el 15% de la facturación del negocio del agua, y el precio ha crecido un 1,5% en lo que va de año.
Bonita y en botella
Según Jaime Lecuona, experto de Nielsen en este segmento, «el consumidor hoy lo quiere fácil, incluso cuando se trata de aplacar su sed. Los fabricantes de agua envasada han interpretado muy bien los cambios en el consumo y han desarrollado formatos de impulso, con envases individuales, para beber en cualquier momento y lugar».
Son los formatos de agua on the go o take away, que se están introduciendo en espacios insospechados (jugueterías, tiendas de ropa...) con el objetivo de atraer, por ejemplo, al público infantil. El envoltorio es fundamental para captar a este tipo de consumidores, aunque el producto en sí siga siendo agua pura y dura.
«Se está innovando con envases especialmente pensados para niños (con licencias Disney), que pueden encontrarse en los canales de venta más dispares como las jugueterías», explica el experto.
Si el niño no bebe agua, désela en una botella con dibujos. Los fabricantes han sabido ver el potencial, lanzando nuevos tipos de aguas premium, mejorando el envoltorio y los envases para hacerlas más atractivas y con nuevos formatos para captar a los más pequeños.
Este tipo de marketing está convirtiendo el agua embotellada en un producto de impulso, de los que se compran más por capricho que por necesidad. El estudio del ministerio de Agricultura confirma que los hogares más afines al consumo de agua envasada son precisamente los que cuentan con más de tres miembros y con presencia de niños.
Crece el consumo y también la facturación de las empresas. El negocio de aguas de Mahou San Miguel (Solán de Cabras, Sierra Natura...) aumentó sus ventas un 13,6%. En el canal de hostelería creció un 19% el año pasado. Desde 2014 el negocio internacional ha aumentado un 75%.
Mejor sin gas
Por tipos de producto, las ventas del agua envasada sin gas, que representa el 97% del consumo total, crece a un ritmo del 4%, mientras que el agua con gas gana presencia en los hogares españoles con un alza del 10%. Fuentes del sector destacan cómo en hostelería está aumentando sobre todo el consumo de aguas premium y las catas.
Según datos de Aneabe, la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas, esta industria está formada por 100 empresas que dan trabajo directo a 4.500 personas. Por tipos de aguas envasadas, el 96% de la producción corresponde a las minerales naturales; el 2%, a las de manantial, y el resto, a las potables preparadas.
EL MUNDO, Martes 29 de agosto de 2017
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