Algo falla cuando más de la mitad de los niños siguen manteniendo los estereotipos y roles de género en las cuestiones laborales. Estos todavía creen que las tareas del hogar son cosas "solo de mamá", independientemente de que tanto su padre como su madre trabajen fuera de casa.
Además, los cambios sociales y del mercado laboral tampoco parecen hacer mella en los más pequeños respecto a sus sueños profesionales ya que, año tras año, se mantienen fieles: ellas quieren ser profesoras y ellos quieren ser futbolistas.
Estos datos son recogidos por el informe que desde hace 13 años elabora la empresa Adecco, recogido por Efe, con las respuestas de unos 2.000 niños, entre 4 Y 16 años, a quienes pregunta qué quieren ser de mayor y su opinión sobre el mercado laboral y en el que, este año, ha incluido preguntas sobre las responsabilidades en el hogar de manera habitual.
En sus respuestas, solo el 3,1% declaró que era su padre el que atendía las labores del domésticas, de forma que en la gran mayoría de las familias sigue cayendo el peso de las tareas domésticas sobre las mujeres. Y cuatro de cada 10 menores (el 44,3 %) sigue considerando que las responsabilidades domésticas y familiares se reparten por igual entre los dos progenitores.
Pero conciliar no solo incluye las labores domésticas, de modo que Adecco ha preguntado a los niños sobre sus preferencias en cuanto a la jornada laboral. Y no lo tienen claro. De modo que, preguntados por la opción de disfrutar de una jornada continua más acorde al modelo europeo o tener una jornada partida y salir a partir de las seis de la tarde, los chicos y chicas españoles no terminan de decidirse y las opciones se reparten a partes iguales.
Un 48,5% de los jóvenes quiere tener una jornada partida y continuar con el horario laboral predominante en el mercado español y un 46,7% elige la jornada continua que implique madrugar un poco más pero "poder marcharse a comer a casa".
Ellas profesoras, ellos futbolistas
Una de cada cinco niñas dice que cuando sea mayor quiere ser profesora, una profesión a la que, por orden de preferencia, le siguen la de médico, veterinaria, peluquera y cantante. De esta forma, con un porcentaje del 20%, siguen decantándose por la sanidad o educación (profesora, médico, enfermera, fisioterapeuta, psicóloga), o los animales (veterinaria, granjera, cuidadora en el zoo, dueña de una tienda de animales) y por el arte (cantante, actriz o modelo).
Los niños, después de estrella del balón, quieren ser policía, profesor, 'youtuber' o bombero. Así, el 22,5 % de ellos quiere tener una profesión relacionada con fuerzas del orden y seguridad (policía, bombero o guardia civil). Un porcentaje similar al de lo que optan por el deporte (futbolista, piloto de carreras, tenista o boxeador).
Los trabajos relacionados con redes sociales van ganando peso y ya son muchos quienes quieren ser 'influencers' y emular a sus ídolos, entre los que se encuentran El Rubius, Veggetta777, Danirep, Willyrex o Mónica Tinmu; y blogueras de moda como Dulceida y Paula Gonu.
Entre las respuestas no faltan la de quien quiere ser espía, policía científica, criminólogo, investigador, bloguero, buscador de tesoros, criador de rapaces, 'skater', tatuador o, simplemente, "feliz".
Niños y niñas sí coinciden y parecen tener una cosa clara: No quieren ser políticos (casi el 30%), la profesión peor valorada.
Son conscientes de lo difícil que es encontrar trabajo
Adecco también ha preguntado por algunas cuestiones de actualidad política. Las respuestas de los niños sorprenden ya que desde pequeños parecen conocer cuál es la situación laboral: el 40% es consciente de lo difícil que es encontrar trabajoen España.
"El paro es un sitio dónde vas a pedir trabajo y no te lo dan" responde uno de los encuestados cuando explica la situación del mercado laboral en España.
Los niños españoles le piden a los políticos que luchen contra la corrupción política y que "no roben dinero a la gente".
En una entrevista de trabajo la mayoría hablaría de sus habilidades: "decir siempre por favor y gracias", "soy muy higiénico", "sé dar volteretas", "no digo palabrotas", "no estafo" o "no me duermo mientras trabajo".
Aunque el contenido de una entrevista de trabajo no parece que lo tengan aún muy claro, el 98 % de ellos es plenamente consciente de que hablar al menos otro idioma es "indispensable" para conseguir un empleo.
Y claro, cuando les han preguntado cuánto dinero quieren ganar al mes las cifras van desde 500 euros, pasan un "un millón" y "lo que el dueño de Zara" y llegan al "infinito".
Entre sus deseos "que nunca más haya cole", "que la comida del comedor sea más rica", "que pongan Disneyland más cerca", "que vengan más veces al año los Reyes Magos", "bajar el precio de los cromos" o "que no se apaguen las farolas por las noches".
PÚBLICO, Miércoles 9 de agosto de 2017
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