OLGA CARMONA
Un niño o niña con altas capacidades es un bebé distinto. Muchos padres, especialmente los primerizos no logran identificar el porqué de esa diferencia, pero la mayoría de ellos se dan cuenta de que su hijo es diferente desde prácticamente el primer momento.
Dado que la sobredotación es una condición en su mayor parte genética, es muy importante que los padres sean capaces de identificar todas estas señales ante una detección temprana, la cual va a facilitar mucho la crianza y educación de su hijo o hija: elección del centro educativo, momento de escolarización, entendimiento de los padres acerca de cómo es su hijo y cuáles son sus necesidades psicoafectivas… es decir, poder comprender el porqué de una situación reduce enormemente la ansiedad y nos coloca en el camino de la búsqueda de soluciones. Un bebé superdotado necesita unos padres que sepan y entiendan cómo es su hijo porque ello será garantía de un desarrollo pleno y en definitiva de lo que todos los padres queremos: que nuestros hijos crezcan felices.
Algunas de las señales que presentan estos bebés son:
- Su mirada: es enfocada y alerta, una mirada que parece preguntar desde minutos después del nacimiento.
- Demandan estimulación constante y se aburren cuando no la reciben. Cuando se estimula a estos bebés con canciones, palabras, etc.… el nivel de atención es total.
- Se aprecia memoria en las primeras semanas, capaces de recordar y reconocer lugares, personas, objetos. Algunos pueden reproducir canciones con menos de dos años.
- Duermen menos y con mayor dificultad que los demás bebés, les cuesta mucho conciliar el sueño y tienen menor necesidad de este.
- Se sobrestimulan con los juguetes típicos de cuna o carrito que giran o se mueven de forma constante.
- Hipersensibles a olores, sonidos, texturas… son las primeras señales de la hipersensibilidad sensorial.
- Aparecen las primeras palabras en torno a los seis meses y al año puede sostener una conversación.
- También comienzan a caminar de forma precoz, sobre los 8 o 9 meses, casi siempre antes del año.
- En general, suelen ser bebés muy hábiles a nivel motriz.
- Se interesan muy pronto por letras y números.
- Capaces de aprender por sí solos a leer antes de los cuatro años.
- Se muestran desobedientes.
- Intuyen rápidamente conceptos matemáticos como suma o resta en torno a los tres años.
- Les fascinan los cuentos y nunca tienen suficiente.
- Son bebés agotadores, movidos, curiosos, nunca parecen cansados.
El que un bebé muestre algunas de estas características no significa necesariamente que vaya a ser un niño o niña con altas capacidades, sin embargo, estos son algunos indicadores que los padres deben tener en cuenta a la hora de observar la evolución de su hijo y así tener más claridad sobre la posibilidad de que efectivamente, el niño lo sea. La detección temprana solo trae beneficios y nos ahorra muchas frustraciones, tanto a padres como a hijos.
EL PAÍS, Lunes 07 de agosto de 2017
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