BUENAVIDA
Somos un 70% de agua, pero desconocemos sus propiedades reales. Mitos
modernos como que se puede beber sin límite o que tiene propiedades
adelgazantes, nos confunden a la hora de sacar el máximo provecho a esta
maravilla natural. Resolvemos cinco preguntas recurrentes sobre tan
necesaria sustancia.
1. ¿Puedo tomar tanta agua como quiera?
Los expertos son tajantes: no. Tomar mucha agua, de forma compulsiva y
sin sentir sed, es un desorden que, a la larga, afecta al
funcionamiento de los riñones y la composición sanguínea, según se
explica en el manual de trastornos psiquiátricos de la asociación
americana DSM-IV. La
potomanía, nombre por el que se conoce esta enfermedad, afecta sobre
todo a mujeres convencidas de que bebiendo mucho líquido (más de dos
litros al día) podrán adelgazar sin esfuerzo. Se asocia con desórdenes
como la anorexia y la bulimia.
2. Entonces, ¿el agua no adelgaza?
Al no tener calorías, ni engorda ni adelgaza. Sin embargo, beber
antes de las comidas produce saciedad, por lo que el consumo de
alimentos es inferior. Eso sí, cuando se hace dieta hay que beber más
para evitar que la orina se concentre y pueda producir piedras en las
vías urinarias, así como para mantener la piel hidratada.
3. ¿Qué minerales se encuentran en el agua mineral?
Se encuentran, entre otros, el calcio, que es esencial para la
formación de la estructura ósea. También potasio, que regula el balance
hídrico, así como la sensibilidad y las contracciones musculares. El
sodio equilibra la tensión de los tejidos. Los cloruros forman parte del
jugo gástrico fundamental para una correcta digestión. Y el zinc, que
es vital para la división celular, la cicatrización de heridas y el
crecimiento, según datos de la Asociación Española de Aguas Minerales.
4. ¿Es toda el agua igual de saludable?
Sí. Fría o caliente, con gas, mineral o del grifo, todas son igual de
saludables. Según la cantidad de cal que contiene, el agua corriente
puede ser dura o blanda. La dura proviene de depósitos subterráneos
situados en suelos calcáreos, lo que eleva sus niveles de cal y
magnesio, lo que le otorga peor sabor. La blanda procede de aguas
superficiales y de pozos y su proporción en sales es más baja.
Sin embargo, la OMS
no ha emitido una recomendación sobre el nivel de dureza óptimo para el
consumo humano. Poco importa la temperatura a la que se tome, excepto
el agua con gas, que hay que beber fría. "La presencia de burbujas de
carbónico disminuye con el calor. Por tanto, su temperatura recomendable
está entre 6 y 8ºC", explica Jordi Oliver-Rodés,
en cuyo laboratorio se analizan las principales marcas de agua
embotellada de España. Este gas tiene el efecto probado de calmar la
sed, porque actúa sobre las terminaciones nerviosas de la mucosa de la
cavidad bucal, que son las que están implicadas en este mecanismo
esencial.
5. ¿Cuándo hay que beber más agua?
Las autoridades sanitarias son claras al respecto: cuando se
practique una actividad física, o bien cuando las temperaturas alcancen
los 32º y la humedad ambiental supere el 50%. Los ancianos, que suelen
reducir su ingesta para controlar la incontinencia, y las embarazadas,
también deben aumentar su consumo hasta un mínimo de dos litros diarios,
ya que evita la desnutrición y mantiene su estado de salud. Las madres
lactantes deben beber tres litros al día.
A falta de agua...
- Las frutas y hortalizas de pulpa jugosa son las que más agua aportan (93%) al organismo.
- 91% es el procentaje de H2O que hay en la leche desnatada.
- 90% es la media de agua que contienen las recetas de refrescos.
- 18% es el porcentaje de agua que contienen los alimentos como la mantequilla y la miel. Son los de menor contenido.
EL PAÍS, Miércoles 2 de julio de 2014
Imagen: El País
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