GEMA LENDOIRO
Es mucho más sencillo de lo que parece organizar planes con
los niños ahora que durante el verano hay tanto tiempo libre durante las
vacaciones. Las vacaciones escolares pueden ser una época maravillosa
para aprovechar el tiempo con los niños, para fortalecer los lazos con
los hijos, aumentar la confianza y el conocimiento mutuo y, además,
ayudarles a que su aprendizaje siga creciendo, ahora con otro tipo de
experiencias.
Para Mireia Long, codirectora de La Pedagogía Blanca,
es importante que «no olvidemos que el aprendizaje y la educación son
algo más que lo que sucede en el entorno escolar y con las tareas
curriculares. La formación humana y en valores es algo que compete,
primariamente, a la familia. Y también hay muchas formas en las que
podemos ayudarles a ampliar sus conocimientos y aprender de otra manera muchas cosas nuevas».
En verano podemos planificar muchas actividades que harán su visión del mundo más amplia y les hará descubrir conocimientos de forma directa y vivencial. Estas son algunas ideas que se pueden usar:
1. Viajar. Al
viajar, sea a otro país, a otra ciudad o zona, los niños entran en
contacto con culturas, espacios, sociedades y formas de vida diferentes
que les hará tener una experiencia vital mucho más variada y amplia, les hará más cultos.
Podemos acudir a castillos, que les encantan;ruinas; museos o hacer
breves visitas a monumentos, siempre pensando en la capacidad y edad de
nuestros hijos. La cultura y la historia nos rodean a poco que
observemos nuestro entorno.
2. Paseos y excursiones en la naturaleza.
Los niños pueden, de este modo, ver en la realidad todo lo que han
estado estudiando: formaciones geológicas, rocas, plantas, formas de
ocupación del suelo, animales, hábitats y accidentes geográficos.
Podemos acudir a un parque natural o, sencillamente, ir al campo o al bosque y recoger muestras o hacer un safari fotográfico que luego complementaremos buscando información de lo visto.
3. Cocinar. La
cocina es un gran laboratorio de ciencias físicas y químicas en la que,
además, disfrutarán aprendiendo sobre salud, nutrición y hasta donde
podemos conversar sobre gustos, países y origen de los alimentos.
4. Astronomía.
Si tenemos la suerte de pasar las vacaciones en un lugar alejado de las
grandes ciudades podremos observar las estrellas con los niños, usando
un telescopio o a simple vista. Eso hará que quieran saber más de los
planetas y del universo. Después completaremos lo que hemos visto con la
búsqueda de más información.
5. Literatura. Las historias que les contemos, que inventemos con ellos o que les leamos en esos días serán recuerdos imborrables que alimentarán su amor a la lectura y harán que su relación con nosotros sea mucho más cercana.
6. Jugar. Es quizá la experiencia educativa más importante que
podemos ofrecer a los niños. Con el juego aprenden a relacionarse con
otras personas, negociar, liderar, llegar a acuerdos, vencer con
gallardía y perder con elegancia, planear estrategias, comprender la
importancia de las reglas y las normas, dejar volar su imaginación y
descubrir más cosas sobre ellos mismos. Dejémosles jugar y atrevámonos a
jugar con ellos: a juegos de mesa, a explorar, a disfrazarnos, a
inventar nuevos juegos, todo eso hará que el tiempo pasado juntos sea
para ellos tiempo de aprendizaje y placer.
ABC, Domingo 20 de julio de 2014
Imagen: Diego en Central Park mayo 2014
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