C.FOMINAYA
Los niños necesitan límites. Decir «no» al niño ayuda a reforzar su carácter y le aporta discipina.
Le enseña a tolerar el no conseguir lo que desea y a manejar la
satisfacción retardada y, en último término, le enseñará a decirse «no» a
sí mismo. Dicho esto, explica la doctora Jenn Berman, autora de «Superbebé», «nunca deberíamos decir "no" a nuestros hijos solo por decir "no"». «Hay alternativas para poner límites con cariño. Yo digo "no" veinte veces al día pero casi nunca pronuncio la palabra "no".
¿Por qué? Si decimos "no" durante todo el día, la palabra pierde su
significado y poder. Yo me reservo el "no" para un niño que se acerca a
tocar el fuego o que va corriendo hacia el tráfico. Utilizada de forma
selectiva, la palabra "no" se tomará muy en serio», asegura esta
experta.
Un estudio realizado por los doctores Betty Hart y Todd Risley descubrió
que los niños expuestos a reprimendas continuas como «no», «no hagas
esto» y «para ya» tenían una habilidad más pobre que los niños que
recibieron menos instrucciones negativas. También presentaban CI
más bajos, quizá porque estaban expuestos a menos palabras. Para Berman,
«si usted solo dice "no", su hijo oye una palabra, mientras que si
dice: «Por favor no hagas eso» o «¿qué tal si jugamos con este juguete?
estaremos exponiéndole a múltiples palabras, aumentado tanto el
desarrollo del lenguaje como el CI».
Estas son las diez formas que esta experta propone para decir «no» sin decir «no».
—Dejar claras las reglas.
—Sugerir al niño otra cosa que puede hacer.
—Probar con «no te dejo porque...
—Distraerle y redirigir la situación.
—Sustituir un objeto inaceptable por uno aceptable.
—Ofrecer dos alternativas viables.
—Dejar claras las reglas.
—Explicar su razonamiento utilizando las palabras y ejemplos adecuados.
—Posponer la petición.
—Utilizar el humor.
—Confirmar el deseo que hay tras la petición sin conceder la petición.
ABC, 07/05/2014
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