¿Las causas? Según los expertos, el abuso de la
nuevas tecnologías y la obsesión por estar permanentemente conectados. “Las señales de alarma de que un adolescente está
abusando de las tecnologías son parecidas a las de cualquier otra
adicción”, explica el doctor José Luis Pedreira Massa, psiquiatra
infanto-juvenil de la Clínica La Luz. Así, “cada vez necesitan dedicar
más tiempo al uso de las nuevas tecnologías para obtener el mismo nivel
de satisfacción. Esto se manifiesta en cambios en la conducta social -que se va restringiendo- cambios en las relaciones familiares y en el rendimiento académico”.
Síntomas de que un adolescente es adicto a la tecnología
Según los profesionales, las señales de alerta son similares a las que produce cualquier otra adicción: los niños se vuelven irritables cuando no están en contacto con el dispositivo móvil, tienen cambios de humor, y se calman cuando vuelven a estar conectados. El móvil no se apaga por la noche y los ritmos de sueño y comida se ven alterados, así como las actividades cotidianas, que se posponen o suspenden para usar, cada vez más, el
móvil, la consola o el ordenador.
Pasar del uso al abuso de las nuevas tecnologías es
relativamente fácil: “hablamos de un ‘invitado’ permanente en todos los
hogares, de unas herramientas que nos ayudan y entretienen y que nos
tienen a todos, adultos y niños, seducidos”, explica Pedreira. Los niños
y jóvenes actuales han nacido y crecido en presencia de las nuevas
tecnologías y las usan de manera innata.
De hecho, un estudio presentado en el XXII Congreso de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia reveló que el uso intensivo de los dispositivos electrónicos está provocando se activen nuevas zonas en el cerebro
en detrimento de otras relacionadas con la memoria o la capacidad de
organización. Se trata de estudios preliminares y no hay datos
concluyentes que nos digan cuáles son las consecuencias de crecer
rodeados de las nuevas tecnologías, pero los expertos recomiendan
usarlas con cabeza, especialmente en el caso de niños y adolescentes, en los que el mal uso puede derivar en adicciones o en problemas como el
ciberacoso.
Por eso, muchos pediatras se han propuesto empezar a hacer preguntas en sus consultas
relativas al uso de las tecnologías, para así poder prevenir y detectar
a tiempo estos problemas, según se planteó en el último Congreso
Extraordinario de la Asociación Española de Pediatría.
Diferencias por sexos
El abuso de las nuevas tecnologías se ha detectado sobretodo en adolescentes de entre 12 y 16 años, y es diferente en función del sexo.
“En el caso de los chicos suele tratarse de un adolescente con carácter
tímido, retraído y con ciertas dificultades relacionales que hace un
uso abusivo de los juegos en red y consolas”, explica el doctor Carlos
González Navajas, psiquiatra infanto-juvenil de la Clínica La Luz. “Por
su parte, las chicas con adicción a las nuevas tecnologías tienen un
carácter aparentemente sociable, pero con ciertas dificultades en la
comunicación y que hacen un uso excesivo de
redes sociales como Twitter, Facebook y Tuenti”, añade el especialista.
Consejos para evitar el abuso
¿Dejar de usar las nuevas tecnologías? ¡Claro que no! Las posibilidades de ocio y educación que nos ofrecen son ilimitadas, y debemos aprovecharlas, pero siempre empleándolas de forma responsable y enseñando a nuestros hijos a usarlas con moderación.
Para prevenir la adicción, los profesionales recomiendan:
- Los dispositivos tecnológicos no pueden estar en el cuarto del niño, sino en habitaciones de tránsito como el salón o un despacho.
- Lo mejor es que haya una persona adulta presente cuando el menor esté usando la tecnología para controlar el tiempo y los contenidos visitados.
- Limitar el uso de las diferentes pantallas: móvil, ordenador, tablet, consola…
- Pactar con los hijos el uso del móvil: por ejemplo, no llevarlo al colegio o a las reuniones familiares, o que los fines de semana solo lo use para quedar con sus amigos.
Por: Victoria González
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