Ir al contenido principal

La estación del año en que naciste influye en tu personalidad. Te decimos cómo

ALBA RAMOS SANZ

Un reciente estudio reafirma las creencias de que el momento del año en el que nacemos afecta en cómo será nuestra personalidad al llegar a la vida adulta. Así lo explica un estudio de la Universidad Europea de Neuropsicofarmacología cuyos resultados tratan de demostrar que nuestro humor podría estar determinado por nuestra fecha de nacimiento.
No es la primera vez que la ciencia se plantea este tema, pero parece que la profesora Xenia Gonda y su equipo han llegado a la conclusión de que realmente influye en nuestro carácter si somos de los meses de verano o invierno.
Tras estudiar a 400 personas, observaron que en función de cuándo nacieron, su tipo de personalidad al crecer era de un modo u otro, dándose coincidencias interesantes entre las personas nacidas en los mismos meses.


En base a los resultados obtenidos, Gonda afirma que “las personas nacidas en ciertas épocas del año tienen una mayor probabilidad de desarrollar ciertos tipos de temperamentos, que pueden conducir a trastornos del estado de ánimo”.

La clave está en la monoamina
Los científicos analizaron que estas coincidencias en el carácter se deben a que “las estaciones tenían una influencia sobre ciertos neurotransmisores de monoamina, que, como la dopamina y la serotonina, controlan el estado de ánimo. Pero, ¿por qué?
Tras años de investigación y seguimiento de los comportamientos posteriores de los niños estudiados, Gonda explica que “los estudios bioquímicos han demostrado que la temporada en la que se nace tiene una influencia sobre ciertos neurotransmisores de monoamina que es detectable incluso en la vida adulta”.
Es decir, los niveles de monoamina presentados al nacer son similares en los individuos nacidos en la misma época y, según los resultados obtenidos, podrían presentarse en las mismas cantidades con el paso de los años.
En opinión de la profesora, “el momento en el que nacemos puede aumentar o disminuir la probabilidad de padecer ciertos trastornos del estado de ánimo”.

Los nacidos en verano, propensos a los cambios de humor
Entre los datos más llamativos del estudio está el poder establecer las diferencias de caracteres entre las personas según su fecha de nacimiento.
El equipo descubrió que “el número de personas con un temperamento ciclotímico, caracterizado por rápidos y frecuentes cambios de estados de ánimo entre tristes y alegres, era significativamente mayor en los nacidos en el verano.
Así, se observó que la mayoría de los niños nacidos entre junio y septiembre tendrían, y mantendrían con el paso de los años, niveles irregulares de monoamina y, en consecuencia, un humor mucho más cambiante e inestable.  
También se observó un mayor número de personas con un temperamento hipertímico, aquel con una tendencia a ser excesivamente positivos, entre los nacidos en los meses de primavera y cercanos al verano.
Por último, encontraron que los nacidos en otoño eran menos propensos a ser depresivos, mientras que los niños de los meses invernales se caracterizaban por tener un carácter poco irritable.
En resumen: “los bebés que nacen en el verano son mucho más propensos a sufrir cambios de humor cuando crecen, mientras que los nacidos en el invierno son menos propensos a convertirse en adultos irritables”, afirma el equipo de científicos.

¿El horóscopo de la ciencia?
Este tipo de investigaciones científicas, podría dar, en cierto modo, la razón a otras disciplinas como la astrología que, según la RAE, se centran en el “estudio de la posición y del movimiento de los astros, a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres”.  
Sin embargo, Gonda se aleja de estas creencias y afirma que lo que están tratando de averiguar es “si hay marcadores genéticos que estén relacionados con la época de nacimiento y produzcan trastornos en el estado de ánimo”.
En opinión del profesor Eduard Vieta, miembro del ECNP, “a pesar de que tanto los factores genéticos como ambientales están implicados en el temperamento de cada uno, ahora también sabemos que la temporada en la que nacemos tiene un papel importante”.
Un descubrimiento que podría explicar que tengamos un carácter cambiante, fuerte, positivo o depresivo según cuando hayamos nacido. Como decía Vieta en la última Conferencia Anual del ECNP, en la que se presentaron los resultados del estudio, la constatación de la tendencia a un temperamento hipertímico entre los nacidos en verano es bastante intrigante”.
EL CONFIDENCIAL, Jueves 23 de octubre de 2014
Imagen: Diego junio de 2014

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.