M.J.PÉREZ-BARCO
Es una forma práctica, inmediata, eficaz y
muy útil de estar informados en todo momento sobre todo lo que acontece
en la vida escolar de los hijos más pequeños. Los grupos de padres en
WhatsApp proliferan y se forman especialmente en el ámbito escolar: los
padres cuyos hijos van juntos a la misma clase, los que comparten
extraescolares, los que forman parte del equipo de fútbol del cole...
Así no se pasa nada, se conoce y se comparte toda la información: desde las fechas de exámenes, el menú del comedor, el material que llevar a clase, los eventos especiales, deberes diarios...
hasta las picias, travesuras y chascarrillos de los pequeños en su día a
día en la escuela. «Se trata de un foro de consulta e incluso de un
espacio donde tomar decisiones conjuntas», como explica Jesús Jarque,
pedagogo y orientador en un colegio público de Infantil y Primaria en
Ciudad Real (es director, además, de la web familiaycole.es).
Estos grupos se suelen formar cuando
los niños empiezan el colegio, a los tres años, y perduran durante la
etapa de Infantil y Primaria, pero pierden su identidad en la ESO.
Cuentan con el beneplácito de los profesores,
dice Jarque. Los docentes lo ven con buenos ojos, «es una manera eficaz
de que la información llegue a todos los padres y ninguna familia quede
descolgada», indica el pedagogo.
Cuando se convierten en fuente de cotilleos
Pero esta práctica también entraña riesgos. «El problema
surge cuando además de compartir información, los grupos de WhatsApp
comienzan a ser un foro de opinión, protesta o rumorologia,
crítica, enfado y hasta de insultos, en lo que se refiere a los
profesores o al colegio y la opinión de una o dos familias pasa a ser
considerada la opinión de toda la clase o de todo el colegio», afirma el
orientador.
En estos grupos los ánimos se pueden acalorar y llegar a desvirtuar la realidad, es cuando los cotilleos y los chismes son protagonistas de los mensajes. «La expresión "el grupo de WhatsApp está que arde" que
a veces llega a los profesores es señal de alarma de que algo está
sucediendo», advierte Jarque. El verdadero peligro, según este pedagogo,
es «agrandar los problemas, porque lo único que genera es un malestar
creciente, que al ser desconocido por el colegio y los implicados, no se
puede abordar, desmentir o contra argumentar».
Jarque ofrece estas recomendaciones para que haga un buen uso del grupo de padres por WhatsApp sin caer en cotilleos y malas experiencias:
1. El grupo de WhatsApp es un medio para intercambiar información, facilitarla y solicitarla, relativa a la vida escolar de los hijos.
2. Hay que
cortar los usos inadecuados, como la rumorología, las críticas
destructivas, las murmuraciones... Se puede cortar animando a hablar con
los implicados, no entrando en esas cuestiones o no participando en los debates.
3. Si el grupo sigue con un mal uso de comentarios, críticas... es mejor abandonarlo.
4. Ante cualquier problema, descontento, mal entendido... es mejor hablar directamente con los implicados:
profesores, director del centro... así contrastará la información, y
tendrá las dos versiones del problema. Es la forma de solucionarlo.
ABC, Jueves 16 de octubre de 2014
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