Ir al contenido principal

Cómo reaccionar ante alguien que le grita y quedar muy digno

FRANCISCO GAVILÁN
La mayoría de la gente ha de tratar, al menos, con una “persona irracional” en su vida. Es decir, alguien que con frecuencia actúa de forma ilógica o estúpida. Si esta persona es un jefe irascible, un amigo fanático o un adolescente emocionalmente voluble, “no es difícil que su conducta nos arrastre a nosotros mismos a perder el control”. Esto opina Mark Goulston, psiquiatra y profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, EEUU) durante 25 años. Así que, para preservar nuestra salud, es necesario saber cómo tratar o combatir estas detestables conductas que pueden alterar nuestro equilibrio emocional. (La paciencia nunca es tan importante como cuando uno está a punto de perderla).
Son muchas las víctimas que padecen estas nocivas relaciones personales y que creen posible controlar las conductas irracionales. Cuando han de enfrentarse a estas situaciones reaccionan de forma automática poniéndose a la defensiva o siendo agresivas. Y, en muchos casos, incluso pretenden cambiar los comportamientos irracionales de tales personas intentando hacerlas entrar en razón. Tratan de hacerles ver que sus opiniones o puntos de vista son erróneos y absurdos. Pero esta estrategia aún empeora más las cosas. En palabras de Gouslton, “en vez de aceptar nuestra lógica, la persona irracional reacciona aún más irracionalmente y la situación puede encresparse por ambas partes hacia una alocada discusión que no conduce a ninguna parte”.
Esta manera de enfocar el problema es realmente frustrante, estresante e improductivo. Ninguna de estas reacciones produce resultados satisfactorios. Pero la mayoría de las personas no conoce otra opción. Sin embargo, intentar convencer con argumentos a una persona de conducta irracional no tiene sentido porque, desde su punto de vista, su conducta es racional. Este tipo de personas tiene unos patrones de pensamiento profundamente arraigados en su (in)consciencia. Y su conducta es una respuesta a la amenaza que percibe cuando alguien pone en duda o discute su forma de razonar.

Rendirse no es una derrota...

Una forma eficaz de tratar a gente irracional es la que propone la psicóloga clínica Judith Orloff, también docente en UCLA: “Renunciar a la necesidad de controlar estas difíciles situaciones y olvidarse de que se puede obligar a alguien a cambiar. Esto es, aceptar a la persona irracional tal como es, especialmente si uno ya ha intentado revertir su conducta y no ha conseguido nada positivo”.

...es ser más tolerante

La actitud de renunciar a cambiar comportamientos irracionales puede parecer a muchas personas un síntoma de rendición o debilidad. Pero, al contrario de lo que pueda pensarse, la rendición es una elección activa que nos ofrece la vida. Una opción para ser más flexible y tolerante. Ver más allá de aquello que nos molesta o irrita para descubrir que lo que nos conviene es desdramatizar las conductas irracionales de los demás para no perder nosotros la calma. Como apuntaba la escritora británica George Eliot, “la mayor fuerza para crecer es nuestra capacidad de elegir”.
En el mismo sentido se expresa Lauren Zander, profesora del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU): “Si uno ha decidido que alguien le cae mal, entonces también ha de ser capaz de renunciar a la aversión que siente hacia esa persona”. No necesariamente tiene que convertirla en su mejor amigo, pero flexibilizando nuestro punto de vista podemos aprender a tolerar a esa persona de conducta irracional sin que tengamos que sufrir un ataque de nervios. Esto significa ignorar sus aspectos negativos y pensar en algo positivo que pueda tener.

Cómo controlar las conductas irracionales

Las personas que se conducen frecuentemente de forma irracional, en realidad no quieren molestarle o complicarle la vida. Ni volverle loco. Solo están preocupadas por sus frustraciones y necesidades. Por lo tanto, para afrontar sus conductas, evitar la escalada del conflicto y mantenerse calmado, lo mejor es seguir las pautas de los psicoterapeutas:

Pausarse: Si se siente tenso o enojado ante una conducta irracional, no diga nada. No está obligado a reaccionar inmediatamente. Respire hondo. Inhale aire y expúlselo despacio. Esto contrarresta el impulso a reaccionar que provoca el enfado o el estrés. Repítase: esto es una oportunidad para aprender aplomo.

Escuchar sin interrumpir: Ante una conducta verbal irracional, el primer impulso es cortar el discurso para gritar que la razón está de nuestra parte. Pero interrumpir solo intensifica la hostilidad. No discuta ni intente hacer entrar en razón a su interlocutor. Su interrupción no cambiará la mente de nadie y solo alimenta el conflicto. Es mucho más fácil para el otro cambiar su manera de actuar que de pensar.

Usar la imaginación: Imagine el agua de un río. Observe cómo el agua no tropieza con la misma piedra una y otra vez, sino que fluye alrededor del obstáculo que encuentra. De igual forma, no se resista a la fuerza irracional de su interlocutor. Deje que fluya por su cuerpo y mente sin que le haga mella. “El que no imagina es como el que no suda, almacena veneno”, dijo Truman Capote.

Respirar para calmarse: Piense lo primero que le gustaría decir o hacer ante una persona irracional, pero no lo haga. Tome un respiro y exhale despacio el aire. Concéntrese en eso.
 EL PAÍS, Lunes 1 de agosto de 2016

Comentarios

Entradas populares de este blog

«Los buenos modales no están de moda, pero es imprescindible recuperarlos»

FERNANDO CONDE Hoy en día es frecuente enterarte por los medios de noticias relacionadas con la falta de respeto, el maltrato, el acoso, etc. Podemos observar muchas veces la ausencia de un trato adecuado a los ancianos, la agresividad incontrolable de algunos hinchas de fútbol; la poca estima a la diversidad de opiniones; la destrucción del medio ambiente; el destrozo del mobiliario urbano y un largo etcétera que conviene no seguir enumerando para no caer en el pesimismo que no conduce a nada y el problema seguirá ahí. Un problema que podríamos resumir en que se ha ido perdiendo el valor de la dignidad humana en general. Los modos para alcanzar la felicidad, siempre deseada, se apartan de las reglas y normas de conducta más elementales de convivencia colectiva que han acumulado las culturas y los pueblos a través de los siglos. La idea de que «la dignidad empieza por las formas» que resume este artículo es una afirmación bastante cierta, porque la forma, no pocas veces arrastr

¿Qué hay detrás de las mentiras de un niño?

ISABEL SERRANO ROSA Los niños no son mentirosos, pero mienten . Lo hacen cuando tienen algo que decir o que aprender. Hasta los cuatro años, con sus historietas sorprendentes, quieren narrarnos su mundo de fantasía. Somos la pantalla en la que proyectar su película. Entre los cuatro y los siete años construyen su mini manual de moralidad con ideas muy sencillas sobre lo que está bien y mal, basado en sus experiencias "permitido o no permitido " en casa y en el colegio. Con su gran imaginación, las mentiras son globos sonda para saber hasta dónde pueden llegar. Entre los ocho y los 12 años la realidad se abre camino y la fantasía se vuelve más interesada.  El pequeño pillo de nueve años desea ser bueno, pero se le escapan las trolas por el deseo de gustar a los demás, ocultar alguna debilidad o evitar castigos. En general, mienten a sus crédulos coetáneos o, por el contrario, les escupen a la cara alguno de sus descubrimientos del trabajo de campo que significa crecer.

Qué le pasa a tu bebé cuando dejas que llore sin parar

  GINA LOUISA METZLER Muchos padres creen que es útil dejar llorar a su bebé. La sabiduría popular dice que unos minutos de llanto no le hacen daño, sino que le ayudan a calmarse y a coger sueño. Se trata de la técnica de la espera progresiva , que fue desarrollada por el doctor Richard Ferber, neurólogo y pediatra de la Universidad de Harvard en el hospital infantil de Boston (Estados Unidos) , y que sigue utilizándose en la actualidad en todo el mundo. Casi nadie sabe en realidad lo que ocurre a los bebés cuando siguen llorando, pero las consecuencias físicas y psíquicas podrían afectarles toda su vida. Cuando un bebé llora sin que sus padres lo consuelen, aumenta su nivel de estrés , ya que, a través de su llanto, quiere expresar algo, ya sea hambre, dolor o incluso necesidad de com