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Lo que no debes pasar por alto estas vacaciones si tienes hijos

LAURA PERAITA
«¡Horror, los niños de vacaciones y nosotros aún con un mes de trabajo por delante!» Una de las soluciones más socorridas por las familias es dejar a los pequeños en casa de los abuelos. «Los padres no deben sentirse mal por ello, solo deben dejar claro entre unos y otros las nomas que deben seguir los niños para no caer en contradicciones y enfados», asegura Nora Rodríguez, autora de «Neuroeducación para padres». Explica que es una buena opción, siempre que los abuelos estén en condiciones de atenderles y de acuerdo con tenerles en casa.
En el caso de que se decida dejar a los niños en un campamento, esta especialista asegura que los padres no deben transmitir a su hijo, ni con un lenguaje no verbal, su preocupación por estar separados unas semanas. «A los pequeños les cuesta no estar con sus padres, por muy bien que se lo vayan a pasar en el campamento. No se pueden ir con una carga emocional negativa porque les generará inseguridad y miedo», puntualiza.

Añade, además, que este tiempo «sin niños» debe ser aprovechado por la pareja para dedicarse tiempo el uno al otro y para analizar con tranquilidad la educación que están dando a los hijos: en qué fallan, qué deben esforzarse en mejorar, cómo fomentar un mejor comportamiento, etc.

Salidas nocturnas

En ocasiones los niños se pueden quedar en casa, y cuando son algo mayores, muchos padres se enfrentan por primera vez a una temida pregunta: ¿Puedo salir esta noche con mis amigos? Las salidas nocturnas de los hijos son otro de los quebraderos de cabeza más habituales en estas fechas veraniegas. Es difícil afrontar que se hacen mayores y quieren estar más tiempo con sus amigos. Nora Rodríguez, recomienda, en primer lugar, que ambos, padre y madre, deben estar de acuerdo en que el niño salga, de lo contrario el conflicto está asegurado. Seguidamente deben saber con quién va a salir. «No vale que conozca a un niño y no a los otros diez. Los padres deben conocer, al menos, a la mitad de ellos para poder tener tranquilidad o saber a quién llamar en caso de imprevistos», asegura.
Si se trata de las primeras salidas «deben tomarse como una prueba de fuego y si se le dice que tiene que regresar a las once, son las once en punto –insiste–, nada de ser flexibles». «En el caso de que sea menor de 18 años es aconsejable que el niño mande un mensaje a las cuatro horas de salir para decir que está bien y dar tranquilidad a unos padres para los que también es la primera salida de su hijo», aconseja Nora Rodríguez.
Respecto a los horarios, depende de la edad y maduración del niño, pero esta especialista recomienda que no vuelva después de las once si no ha cumplido los 14 y si no tiene los 18 que no lo haga más tarde de las dos de la madrugada.
Otra advertencia de la autora de «Neuroeducación para padres» es que no salga todos los días, ni todos los fines de semana «porque está comprobado que cuando tienen experiencias de este tipo muy tempranas y seguidas sienten que tienen mucha permisividad y puede ser un peligro. Ya no hay quién les pare. El resto del año exigirán lo mismo o más».

Los deberes

Y no hay salidas sin responsabilidades... sobre todo las escolares. Al margen de si es conveniente o no que los niños hagan deberes, como la gran mayoría los tiene, Nora Rodríguez recomienda que los realicen todos los días durante una hora. Eso sí estableciendo unos minutos de descanso. Como según su edad, la concentración es diferente, recomienda que a los años del niño se sumen un «dos»; es decir, si tiene once años, deberá concentrarse 11 minutos más 2, en total 13 minutos antes de descansar para posteriormente seguir.
Para los días que no es posible estar con los libros recomienda hacer juegos educativos o pedirles que contribuyan en labores diarias, como la compra, para que practiquen sumas y restas con los precios o a la hora de pagar, etc.

El móvil cuanto menos, mejor

Tener todas las horas del día libres puede ser una tentación para estar todo el tiempo con el móvil. Hay que evitarlo. Nadie dice que sea fácil. Nora Rodríguez se cuestiones «¿pero cómo no van a hacerlo si ven que sus padres todo el tiempo con el móvil en la mano? «Es necesario llegar a un pacto de que en ciertos momentos como a la hora de comer, en la piscina... ¡nada de móviles! –asegura–. También es hay ofrecerles actividades en las que sientan que pueden hacer cosas y se den cuenta de que pueden divertirse sin pantallas. Y, eso sí, por la noche, todos los dispositivos apagados.

Con la novia de papá

Cuando los hijos de padres sepadados se van de vacaciones por primera vez con uno de sus progenitores y su nueva pareja, es necesario tener en cuenta que, aunque es una nueva oportunidad para esta pareja, los hijos, por lo general, seguirán teniendo en mente que sus padres todavía tienen posibilidades de volver a estar juntos. Este pensamiento puede complicar bastante las vacaciones cuando el progenitor viaja ilusionado con su nueva pareja con la intención de provocar un acercamiento positivo con los hijos.
«En estos casos, se presentarán una vacaciones familiares del boicot –asegura Nora Rodríguez–. El padre deberá mantener la disciplina con sus hijos y la nueva pareja no debe de tratar de cumplir todos los deseos de los niños, ni caer en el error de comprar su aceptación con regalos, sino limitarse a ser amable y mantener distancia. Lo que no se debe hacer en nungún caso –insiste– es hablar mal del progenitor que no esté presente». 

ABC, Martes 2 de agosto de 2016

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