ABC Familia
Llega el verano y con él los maratones de piscinas y playas en los que los padres tienen que estar más atentos que nunca.
Entre otras cosas, los padres deben espetar los tiempos de digestión,
utilizar protección solar, cuidar los oídos de los más pequeños y, sobre
todo, vigilarles continuamente para evitar accidentes en el agua. Según
datos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, los niños entre dos y cuatro años son los que más riesgo de ahogamiento presentan.
Para evitar esto, la prevención junto a la natación son fundamentales. Los niños deben sentirse seguros en el agua para evitar los accidentes y, por esto, es fundamental que aprendan a nadar antes de que lleguen las vacaciones.
Expertos recomiendan que a partir de los 4 meses, los bebés, comiencen a practicar matronatación para no coger miedo al agua. A partir de los 18 meses, ya serán capaces de flotar y moverse con seguridad en el agua y con 5 años, los niños ya pueden comenzar a nadar.
La natación, además, es beneficiosa a nivel psicomotriz porque mejora la resistencia de los niños y ayuda a tonificar los músculos potenciando así la coordinación de los más pequeños. Por otro lado, es una gran aliada para los padres ya que ayuda a la relajación de los niños favoreciendo el sueño y estimula el apetito y, por último, favorece las habilidades sociales tanto con los padres como con otros niños de su edad.
ABC, Viernes 10 de julio de 2015
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