ELENA MENGUAL
Como sucediera con la violencia de género, la mayor concienciación e información sobre el problema del acoso escolar está propiciando que cada vez afloren más casos. En concreto, hasta un 75% más en 2015, cuando además se registró un repunte importante a raíz de la publicación de la carta de Diego, el niño que se suicidó en Madrid.
Es una de las conclusiones que se extraen del 'I Estudio sobre el 'bullying' según los afectados', basado en las llamadas de menores víctimas de acoso recibidas por el la Fundación ANAR de ayuda a niños y adolescentes. Auspiciado por la Fundación Mutua Madrileña, también cuantifica en un 70% el porcentaje de víctimas que sufre acoso diariamente, y en la mitad de las ocasiones la situación se prolonga más de un año.
El número de casos conocidos no ha hecho más que aumentar desde el año 2004, cuando el suicidio de Jokin en Hondarribia,
tras sufrir todo tipo de vejaciones en el centro escolar por parte de
otros compañeros, disparó las alarmas. "A partir de entonces, se ha
registrado un incremento importante de los casos denunciados" en el
Teléfono, hasta 573 en 2015 frente a los 328 registrados en 2014. Casos que en su totalidad necesitaron atención psicológica y jurídica, y que podrían haber tenido un desenlace fatal", explica el psicólogo Benjamín Ballesteros, de la Fundación ANAR, que también señala que se resolvieron.
El 'caso Diego' en concreto supuso un revulsivo para padres y menores: las llamadas de niños se duplicaron, y las de padres (especialmente madres) se multiplicaron por cuatro.
Esto no quiere decir que la información periodística implique un
aumento de los casos, sino que "cuando se habla de ello, el tema aflora,
y si se tienen dudas, se acercan y preguntan"
En cuanto al perfil, "se constata un equilibrio entre chicos (49%) y chicas (51%)", afirma Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, que señala un mayor repunte en el caso de las chicas entre los 11 y los 13 años,
precisamente el tramo de edad en que se registra mayor incidencia del
acoso escolar. No obstante, alertan, aunque la edad media se sitúa en
los 11,9 años, el análisis de la evolución permite ver que el problema empieza a gestarse entre los 7 y los 9 años.
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